Esto es según un estudio publicado en la revista especializada PNAS.
La nueva prueba combina la conveniencia de la tradicional prueba oral de detección a través de la saliva, que puede ser menos fidedigno durante las primeras etapas de la infección del virus, con la fiabilidad de los análisis de sangre.
La forma más común de detectar la infección por VIH es buscar en una muestra de sangre anticuerpos, proteínas que el sistema inmunológico crea a medida para atacar al virus y luchar contra la infección.
Esa prueba es mucho más conveniente que una búsqueda directa del virus, en parte porque los anticuerpos son relativamente abundantes en el torrente sanguíneo después de las primeras etapas de la infección.
Sin embargo, los análisis de sangre son un mecanismo al que muchas personas no quieren someterse, según el informe. Por otro lado, las pruebas de fluidos orales hasta ahora no son fiables al principio de la infección, ya que los anticuerpos no se acumulan a los niveles que tienen en la sangre, ni a la misma velocidad.
“Todos los días que se pasan sin detectar el VIH significan que el enfermo puede estar infectando a otras personas, especialmente entre los jóvenes”, indicó en su artículo la autora principal, Carolyn Bertozzi, profesora de Química en Standford.
Así, el objetivo del equipo era encontrar la manera de facilitar la detección de la pequeña cantidad de anticuerpos presentes en la saliva de una persona con VIH, una prueba a la que todo el mundo acepta someterse.
Los científicos aprovecharon una característica propia de los anticuerpos, que tienen dos “brazos” que se adhieren fácilmente a un virus como el VIH.
Usando técnicas de laboratorio, fueron capaces de detectar si las muestras de saliva contenían anticuerpos contra el VIH al observar que los dos “brazos” de estas proteínas se agarraban al virus.
Durante la investigación, se diagnosticó correctamente a 22 personas detectadas positivas con VIH mediante otros métodos usados en estas pruebas.
“Nuestra esperanza es que podamos obtener una lectura anterior a la presente prueba oral porque la sensibilidad es mejor”, señaló Bertozzi.
Más allá del VIH, la profesora y su equipo aseguraron que los mismos principios pueden ser útiles para las pruebas de alergia y las pruebas de detección de infecciones por tifus y tuberculosis.