La investigación, desarrollada por la Universidad de California San Diego (EE.UU.), mejora las técnicas de regeneración de los axones (canales de comunicación) entre las neuronas, lo que abre la puerta a nuevos tratamientos de problemas vertebro-medulares, destacan los autores.
El citado implante 3D o “andamiaje”, como lo denominan los expertos, imita la anatomía natural y tras “cargarse” con células madre neuronales, lo colocaron en lugares donde se detectaron graves lesiones medulares en roedores, explican.
En los sujetos a los que se aplicó esta técnica, el implante favoreció el “recrecimiento del tejido, la supervivencia de las células madre y la expansión de los axones de las células madre neuronales desde el andamiaje hasta la médula espinal del huésped”.
“En los últimos años, nos hemos acercado cada vez al objetivo global de lograr una regeneración abundante y remota de axones dañados de médulas espinales, lo que es clave para lograr el verdadero restablecimiento de la función física”, señala Mark Tuszynski, coautor del estudio.
Este salto de calidad, apunta su compañero Kobi Koffler, ha sido posible porque “el andamiaje” tridimensional es capaz de “reactivar las matrices delgadas y agrupadas de axones de la médula espinal”, al tiempo que ayuda a que los “axones regenerados se organicen” para “replicar la anatomía de la médula” tal y como era antes de la lesión.
También destacan el papel que desempeñan las impresoras 3D de alta velocidad para crear implantes que imitan las estructuras del sistema nervioso.
“Como un puente, (el andamiaje) alinea axones regenerados desde un extremo de la médula espinal hasta el otro. Lo axones pueden por sí mismos propagarse y crecer en cualquier dirección, pero el andamiaje los mantiene en orden, guiándolos para que crezcan en la dirección adecuada para completar la conexión de la médula espinal”, aporta Shaochen Chen, del Instituto de Ingeniería Médica en la UC San Diego.
Según los expertos, este proceso se puede replicar a escala de las médulas espinales humanas, como prueba el hecho de que imprimieron modelos de implantes de cuatro centímetros a partir de los escáneres de lesiones medulares reales y en apenas 10 minutos.
“Esto demuestra la flexibilidad de nuestra tecnología de impresión 3D. Podemos imprimir rápidamente un implante con la medida justa para que coincida con la zona de la lesión en la médula espinal, sea cual sea su tamaño o forma”, concluye Wei Zhu, coautor del estudio.