La víbora de Orsini es un pequeña serpiente del grupo de insectívoros, en peligro de extinción en Francia, principalmente a causa de las amenazas contra su hábitat.
Desde principios de 1980, una población de víboras Orsini del Monte Ventoux fueron objeto de un seguimiento científico. En total, 160 hembras han sido seguidas a lo largo de su vida.
El análisis de los datos recogidos mostraron que estas hembras alternan de manera regular los años de reproducción y de no reproducción.
Investigadores del laboratorio de Ecología y Evolución (CNRS, Université de Paris-Sorbonne, Ecole normale supérieure) del Centro de investigación de ecología experimental y predictiva demostraron que esta estrategia puede ser ventajosa.
“(Esta estrategia) permite a la víbora de Orsini concentrarse en una reproducción de calidad sin pagar el coste fisiológico, y así salvaguardar su supervivencia”, señaló el CNRS en un comunicado.
Durante los años en que no se reproducen, las hembras almacenan reservas de grasa y siguen creciendo, lo que influye en su fertilidad: cuanto más grande es una víbora, más grandes son sus posibilidades de reproducción.
El crecimiento de las víboras de Orsini, que pueden vivir hasta 12 años, puede continuar durante toda su vida.
Cuando tienen crías, el crecimiento de estas víboras es interrumpido y todos sus recursos son destinados a la reproducción.
Esta “estrategia” de alternancia permite a la víbora de Orsini tener “una reproducción de calidad” sin sufrir el “coste” fisiológico.