Los investigadores manipularon células madre embrionarias de roedores para que se conviertan en células reproductoras similares a las que constituyen el esperma.
Posteriormente, las inyectaron en un ovocito que produjo embriones, que fueron a su vez implantados en ratones hembra. Estas ruvieron luego una cría absolutamente normal.
Los trabajos, publicados el jueves en Estados Unidos en la revista Cell Stem Cell, brindan una plataforma de investigación que algún día podría ser utilizada para tratar la infertilidad masculina, que representa un tercio de los casos totales de infertilidad, estimaron los científicos.
“Reproducir células germinales in vitro sigue siendo el principal objetivo de la biología y de la medicina reproductiva”, subraya Jiahao Sha, de la facultad de medicina de Nankin , en China, co-auto del estudio. “Estos trabajos ofrecen una gran promesa de tratamiento de la infertilidad masculina”, asegura.
“Establecimos un método sólido, etapa por etapa, que reproduce la formación de células de esperma viables in vitro. Este método es totalmente conforme a las normas internacionales de referencia en la materia, recientemente propuestas por un grupo de biólogos expertos en reproducción”.
Las células germinales provienen de las células madre y están en el origen de la formación de las células reproductoras (espermatozoides en el hombre y ovocitos en la mujer). Estas células contienen toda la información genética de un individuo, que transmiten al embrión.
Una de las principales causas de la infertilidad masculina es la incapacidad de crear células germinales en los testículos, a través de un tipo de división celular, la meiosis, sin la cual no es posible formar esperma viable, explican estos biólogos.
Al tiempo que saludaron este progreso, científicos que no participaron en los trabajos se manifestaron prudentes en cuanto a su aplicación potencial en humanos. “Este estudio en ratones es excelente científicamente para comprender el proceso de la meiosis”, estimó Darren Griffin, profesor de genética en la universidad británica de Kent
Sin embargo, “debemos ser prudentes cuando se trata de concebir una opción posible de tratamiento futuro de la infertilidad masculina”, puntualizó.