Se trata de un “material inteligente” de un centímetro de longitud que reacciona al ser colocado sobre estos productos, y cuyo uso permitiría evitar casos de intoxicación alimentaria, según sus creadores, un grupo de investigadores de la Universidad nipona de Yamagata (norte).
El sensor es capaz de detectar la histamina, una sustancia que se genera cuando las bacterias comienzan a descomponer los aminoácidos de los alimentos, y capaz de causar síntomas de intoxicación alimentaria incluso en pequeñas cantidades.
El aparato está compuesto por un microcircuito impreso sobre sobre un material semiconductor en un film plástico, y en el futuro se podría integrar en envoltorios capaces de informar de forma automática sobre el mal estado de los alimentos.
Actualmente existen otros sensores similares en fase de desarrollo, aunque de mucho mayor tamaño, destacan los científicos nipones.
A partir de este prototipo, los investigadores aspiran a desarrollar un dispositivo comercializable en unos tres años, según el citado periódico nipón.
El equipo de la Universidad de Yamagata, dirigido por el científico Shizuo Tokito, también trabaja en un sistema para conectar esta tecnología a teléfonos móviles, con el objetivo de que los consumidores puedan recibir información sobre el estado de los productos desde la distancia.