Según el científico, así lo muestran las últimas estimaciones de 2009 y 2010 de los modelos sobre el cambio climático.
"Hasta el año 2006 los modelos indicaban que a finales del siglo XXI es decir, en el año 2100, seguiría habiendo en verano en torno a dos o cuatro millones de kilómetros cuadrados de hielo en el Ártico", explicó.
Sin embargo, "a partir del año 2006 se han venido constatando mínimos históricos sucesivos de exención de hielo, es decir la pérdida de hielo se ha acelerado notablemente", explicó Duarte para añadir que las estimaciones más recientes 2009 y 2010 están ya anticipando un Ártico libre de hielo para el año 2018.
El científico español coordina la Expedición Malaspina de España que llegó a Cartagena de Indias el pasado 12 de junio tras finalizar la sexta etapa de su vuelta al mundo.
En contra de lo que se creía, Duarte sostiene que el deshielo del Ártico sí contribuye al aumento de los niveles del mar, pues provoca un cambia en el balance global de calor de los océanos.
"Aproximadamente la mitad del aumento del nivel mar que está teniendo lugar por efecto del cambio climático tiene que ver con lo que llamamos la expansión térmica, o sea tiene que ver con el hecho de que un océano más cálido es menos denso y ocupa para la misma masa de agua mayor volumen, y esa es una de las fuerzas que impulsa el aumento", explicó.
Según Duarte, la desaparición de la capa de hielo ártica influirá en el calentamiento general del océano debido a que la radiación solar, que antes era reflejada por los hielos polares, ahora entra directamente al mar y éste se calienta poniendo en peligro las placas de hielo vecinas, en especial la de Groenlandia.
"La preocupación está en la gran placa de hielo de Groenlandia que tiene más de mil metros de espesor (...) hasta el punto de que ya se considera de que se va a fundir irremediablemente", indicó el investigador español.
Consideró que esta pérdida de hielo en Groenlandia "hará aumentar el nivel del mar cerca de siete metros globalmente", lo que va a causar
"erosión de costas en todas las zonas costeras del planeta".
Citó como ejemplo a Cartagena de Indias, "una ciudad cuyo litoral está siendo muy castigado por la erosión costera y en buena medida debido también al aumento del nivel del mar", aseguró Duarte.
Asimismo, el científico cree que la licuefacción del ártico es imparable "porque es un proceso no lineal que se va acelerando a sí mismo, y una vez se pone en marcha es muy difícil detenerlo".
La única forma de frenar ya ese proceso, dijo, "sería enfriar el Ártico, y el Ártico es una de las zonas que se está calentando más rápidamente con una tasa de 0,4 grados por década, 3 veces mayor a la tasa promedio de la Tierra".
Duarte zarpa este domingo a bordo del buque Hespérides hacia Cartagena (España) , en el último tramo de la Expedición Malaspina, el proyecto de investigación de los mares más ambicioso auspiciado por el gobierno español y que reunió a unos 400 científicos de diferentes nacionalidades y disciplinas.
"Hasta el año 2006 los modelos indicaban que a finales del siglo XXI es decir, en el año 2100, seguiría habiendo en verano en torno a dos o cuatro millones de kilómetros cuadrados de hielo en el Ártico", explicó.
Sin embargo, "a partir del año 2006 se han venido constatando mínimos históricos sucesivos de exención de hielo, es decir la pérdida de hielo se ha acelerado notablemente", explicó Duarte para añadir que las estimaciones más recientes 2009 y 2010 están ya anticipando un Ártico libre de hielo para el año 2018.
El científico español coordina la Expedición Malaspina de España que llegó a Cartagena de Indias el pasado 12 de junio tras finalizar la sexta etapa de su vuelta al mundo.
En contra de lo que se creía, Duarte sostiene que el deshielo del Ártico sí contribuye al aumento de los niveles del mar, pues provoca un cambia en el balance global de calor de los océanos.
"Aproximadamente la mitad del aumento del nivel mar que está teniendo lugar por efecto del cambio climático tiene que ver con lo que llamamos la expansión térmica, o sea tiene que ver con el hecho de que un océano más cálido es menos denso y ocupa para la misma masa de agua mayor volumen, y esa es una de las fuerzas que impulsa el aumento", explicó.
Según Duarte, la desaparición de la capa de hielo ártica influirá en el calentamiento general del océano debido a que la radiación solar, que antes era reflejada por los hielos polares, ahora entra directamente al mar y éste se calienta poniendo en peligro las placas de hielo vecinas, en especial la de Groenlandia.
"La preocupación está en la gran placa de hielo de Groenlandia que tiene más de mil metros de espesor (...) hasta el punto de que ya se considera de que se va a fundir irremediablemente", indicó el investigador español.
Consideró que esta pérdida de hielo en Groenlandia "hará aumentar el nivel del mar cerca de siete metros globalmente", lo que va a causar
"erosión de costas en todas las zonas costeras del planeta".
Citó como ejemplo a Cartagena de Indias, "una ciudad cuyo litoral está siendo muy castigado por la erosión costera y en buena medida debido también al aumento del nivel del mar", aseguró Duarte.
Asimismo, el científico cree que la licuefacción del ártico es imparable "porque es un proceso no lineal que se va acelerando a sí mismo, y una vez se pone en marcha es muy difícil detenerlo".
La única forma de frenar ya ese proceso, dijo, "sería enfriar el Ártico, y el Ártico es una de las zonas que se está calentando más rápidamente con una tasa de 0,4 grados por década, 3 veces mayor a la tasa promedio de la Tierra".
Duarte zarpa este domingo a bordo del buque Hespérides hacia Cartagena (España) , en el último tramo de la Expedición Malaspina, el proyecto de investigación de los mares más ambicioso auspiciado por el gobierno español y que reunió a unos 400 científicos de diferentes nacionalidades y disciplinas.