El aumento de los gases de efecto invernadero podría aumentar del 10 al 40% la frecuencia de los ciclones para el año 2100, afirmó el experto Kerry Emanuel del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Además, los temporales podrían ser un 45% más intensos, afirmó el científico.
La fuerza de los vientos y lluvias podría afectar con más dureza al Océano Indico, el Norte del Pacífico y el Norte del Océano Atlántico, causando daños importantes en las costas.
Los datos recopilados por los satélites han mostrado que la frecuencia de los ciclones ha sido relativamente constante en los últimos cuarenta años.