“La cara oculta de la Luna tiene características muy especiales y nunca ha sido explorada in situ, así que la Chang'e 4 podría traernos grandes descubrimientos”, explicó el director del departamento de exploración lunar y del espacio sideral de la Academia China de Ciencias (CAS), Zou Yongliao.
“Podemos detectar información profundamente escondida en la Luna. Creo que habrá descubrimientos científicos sorprendentes”, agregó. El experto explicó que existen grandes diferencias entre ambos lados de la Luna: por ejemplo, un 60% de la cara visible está cubierta por mares de basalto, mientras que la mayor parte de la oculta lo está por zonas montañosas de anortosita -19 de los 22 mares lunares se encuentran en la zona visible desde la Tierra-.
Asimismo, los científicos tratarán de aclarar otras cuestiones como el porqué la corteza lunar es mucho más gruesa en la cara oculta. “Las piedras de la cara oculta son más antiguas. El análisis de su composición podría ayudarnos a entender mejor la evolución de la Luna”, apuntó Zou.
Esta misión pionera podría ayudar a entender el pasado común de la Tierra y la Luna, como señala el investigador del departamento de Geología y Geofísica de la CAS Lin Yangting, que afirma que la Luna podría proporcionar “conocimientos sobre la historia primigenia de la Tierra”.
Otros objetivos son tratar de averiguar las razones por las que se produjo un enorme bombardeo de asteroides hace unos 3.900 millones de años o analizar las radiaciones cósmicas y la interacción entre el viento solar y la superficie lunar.
Estos dos últimos factores son clave para una posible misión tripulada al satélite terrestre, ya que podrían ser dañinos para los humanos. La sonda no solo cuenta con instrumentos chinos, sino también de países como Suecia, Alemania y Holanda, con los que los científicos quieren detectar señales débiles emitidas por cuerpos celestes lejanos en el espacio sideral, ya que la masa de la Luna absorbería las interferencias de las ondas emitidas desde la Tierra.
Si este objetivo se cumpliera, los expertos podrían contar con nuevos datos sobre el origen y la evolución de las estrellas y las galaxias. La Chang'e 4 está compuesta por un módulo de alunizaje y un vehículo explorador, que ha sido bautizado Yutu 2 (en la mitología china, "Yutu" significa "conejo de jade", la mascota de Chang'e, una diosa que vive en la Luna).
En un comunicado, la Adminstración Nacional del Espacio de China (ANEC) deseó que “Yutu 2 pueda llevar a cabo sus exploraciones sin miedo y tener un viaje más estable, amplio y largo”.
El vehículo todoterreno cuenta con una cámara panorámica, un espectrómetro de infrarrojos y un radar, herramientas con las que tratará de obtener imágenes de la superficie lunar y detectar su estructura y composición. La Chang'e 4 tardó poco menos de un mes en llegar a su objetivo: fue lanzada el pasado 8 de diciembre, entrando en órbita lunar cuatro días después y efectuando su alunizaje ayer a las 10.26 hora de China (02.26 GMT).
El programa Chang'e comenzó con el lanzamiento de una primera sonda en 2007, y desde entonces se han llevado cuatro aparatos más al único satélite de la Tierra. El objetivo final de este programa es una misión tripulada a la Luna, aunque no se ha fijado la fecha y algunos expertos la sitúan en torno a 2036.