El anuncio, realizado por el Departamento de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación, es una nueva respuesta de China a la polémica generada por el científico He Jiankui, que aseguró el pasado 26 de noviembre que había creado a los primeros bebés genéticamente modificados del mundo, supuestamente capaces de resistir al VIH.
Ahora, las autoridades reclaman que las instituciones universitarias notifiquen, antes de que termine 2018, todos los experimentos ilegales -aquellos en los que se deje vivir más de catorce días a los genes modificados- llevados a cabo desde el 1 de enero de 2013.
Los centros afectados son aquellos en los que se han realizado investigaciones sobre genética humana junto a hospitales afiliados o a proyectos internacionales. Un investigador de la Universidad Agrícola del Sur de China, en Cantón (sureste), explicó que, desde que saltó la polémica de He, se han reforzado los controles a sus experimentos.
“Las autoridades nacionales y provinciales han realizado más inspecciones sorpresa recientemente”, aseguró este empleado de la universidad que pidió permanecer en el anonimato.
El caso de He está siendo investigado por China desde el 29 de noviembre, pero aún no se han hecho públicos los resultados de las pesquisas.