El estudio consistió en establecer las coordenadas geográficas de 7.997 puntos vinculados a actuales y antiguas actividades mineras, y a continuación se trazó un círculo de 5 kilómetros de radio en torno a ese punto para indicar el alcance de la contaminación por plomo.
“En algunos casos la población expuesta puede haberse sobreestimado porque la contaminación no llegó a los 5 kilómetros de distancia desde la operación minera correspondiente; en otros casos puede haberse subestimado porque algunas minas que estuvieron activas en el pasado o lo están en la actualidad pueden no haberse listado”, defienden los autores del estudio.
La investigación constató que unos 1,6 millones de personas en Perú residen a menos de 5 kilómetros de distancia de una mina activa, una planta procesadora o una antigua explotación, por lo que los autores del estudio consideraron que el país precisa “urgentemente” voluntad política y recursos para abordar el problema de la contaminación por plomo.
En el estudio se comparó los niveles de contaminación por plomo en suelo de la tradicional ciudad minera de Cerro de Pasco (centro de Perú) con la región de Huaral, al oeste del país, donde se ha establecido una planta de procesamiento de minerales recientemente.
Para obtener datos sobre la contaminación de los dos emplazamientos se empleó un analizador fluorescente de rayos X que mide los niveles de plomo en el suelo.
“En Cerro de Pasco -un pueblo minero en el que hoy continúa la extracción de cobre- se encontró niveles peligrosamente altos de plomo en suelo, mientras que los niveles fueron más bajos en Huaral, que tiene una mina moderna”, explicó el autor del estudio Alexander van Geen.
El punto de partida del estudio es que muchas de las enfermedades vinculadas a la contaminación por plomo en niños podrían evitarse si se creasen “mapas de puntos calientes” en los que se marcasen las zonas contaminadas y estableciesen medidas para mantener a los niños alejados de ellas.
“Los peores casos de contaminación por plomo relacionada con exposición a actividades mineras que afectan a Perú y a otros países de Latinoamérica, África y Asia podría evitarse a un bajo coste si se identificasen sistemáticamente los puntos contaminados por plomo en pueblos mineros y se utilizase esta información para evitar exposiciones futuras”, agregó van Green.
Asimismo, el autor del estudio propuso vallar zonas de “alto riesgo”, así como en los casos de contaminación grave eliminar y reemplazar la tierra contaminada o realojar a las familias.
Según la OMS, la exposición al plomo constituye un 0,6% de las enfermedades en el mundo y una exposición durante la niñez tiene como resultado una menor inteligencia y problemas de comportamiento.
La exposición al plomo ha disminuido en muchas partes del mundo gracias a la eliminación gradual de la gasolina con plomo, la prohibición o la restricción en el uso de pintura con plomo, y las medidas para controlar las emisiones de plomo procedentes de procesos industriales.
“Sin embargo, estas medidas no se han adoptado universalmente y todavía hay muchas áreas con una alta contaminación por plomo, en particular por actividades de minería poco controladas, fundiciones o actividades de reciclaje”, denunció la experta en salud ambiental de la ONU Joanna Tempowski.