Para criar una vaca se precisa de una superficie 28 veces más amplia que la que se necesita para producir huevos o carne de ave, indica este estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Además se necesita 11 veces más agua para regar los campos donde crece el heno y granos para alimentar a los bovinos que para otros animales de ganadería, según los investigadores del Bard College de Nueva York, la Universidad de Yale y del Instituto de Ciencias Weizmann de Rehovot, en Israel.
Las vacas emiten también cinco veces más gases de efecto invernadero que los otros animales fuentes de proteína.
En total, la cría de ganado destinada al consumo representa el 20% de emisiones de gas de efecto invernadero y es una fuente importante de contaminación de las corrientes de agua, según los científicos.
“Y la vaca es claramente el animal menos económico en recursos entre las cinco categorías de animales”, detalla el estudio.
En Estados Unidos, el 7% del conjunto de calorías que consumen los individuos proviene de la vaca, recuerda el estudio.
En consecuencia, y para aliviar el peso ambiental, los autores proponen “reducir el consumo de carne de vaca”.
Para realizar este estudio, los investigadores analizaron los datos extraídos de campos destinados a la cría de ganado, el uso de recursos como agua y los abonos que han brindado los ministerios de Agricultura, Energía y Asuntos interiores para los años 2000-2010.
Representantes de la filial bovina estadounidense se manifestaron en contra del método utilizado para este estudio.
“Es una simplificación grosera del complejo sistema que es la cadena de producción de carne de vaca”, expresó Kim Stackhouse, un responsable de la Asociación estadounidense de criadores bovinos.
“El hecho es que la carne producida por la filial bovina estadounidense emite menos gas de efecto invernadero que cualquiera de otro país”, aseguró Stackhouse a AFP.