En Black Ops III, el jugador está en 2065, en un mundo en el que la guerra terrestre se ha convertido en la regla, como consecuencia de sistemas antiaéreos cada vez más perfeccionados y de la escasez de recursos debida al recalentamiento climático.
Los soldados cuentan con mayores capacidades, gracias a los progresos tecnológicos que brindan mayor dinamismo a las batallas.
El juego sale en prácticamente todas las consolas de salón y PC, salvo la WiiU de Nintendo, pero las máquinas más viejas —Playstation 3 et Xbox 360— tendrán una versión amputada de la historia principal.
Black Ops III confirma la tendencia futurista adoptada ya en varios episodios recientes de la serie, incluyendo Advanced Warfare, lanzado en 2014. Esta tendencia contrasta con la de los inicios de la saga, que se interesaba por la Segunda Guerra Mundial.
Por primera vez en la historia de Call of Duty, se podrá optar por darle un papel de protagonista a una mujer, gracias a la personalización de los personajes. Por otra parte, reaparecen los enfrentamientos en internet contra otros jugadores, así como el modo “Zombies”, en el que hay que sobrevivir ante hordas de muertos vivos.
No obstante, si bien Call of Duty sigue siendo una marca de videojuegos que genera importantes ventas, está declinando desde hace varios años.
Activision no difunde el número de ejemplares vendidos a los jugadores, pero reconoce en su último informe anual que el episodio de 2014 no alcanzó los objetivos que se habían fijado y se vendió menos que el de 2013, el cual a su vez había tenido menos éxito que el de 2012.
Para intentar sacar mejor partido del potencial de su marca, Activision ofreció este verano a los jugadores probar una versión provisoria de Black Ops III durante algunos días, algo sin precedentes para Call of Duty, lo cual se puede interpretar como un intento de reconquistar a su público.
El nuevo título se habrá de comercializar durante un período en el que salen numerosas novedades, como las sagas Star Wars y Tomb Raider, previstos para mediados de noviembre.
Activision cuenta con otras series conocidas, como Skylanders o el juego de tiros Destiny, pero Call of Duty sigue siendo su marca emblemática. Por otra parte, Activision habrá de reforzar su posición en el sector de juegos para celulares, al comprar al creador de Candy Crush Saga, King Digital Entertainment, por 5.900 millones de dólares, con lo que suma un mercado de 500 millones de jugadores en todo el mundo.