La técnica australiana de impresión de 3D y biofabricación aditiva incorpora células vivas y presenta una tasa de supervivencia de estas del 95 por ciento, según la cadena local ABC.
El director del Centro de Ciencias Electromagnéticas, Gordon Wallace, explicó que para reproducir estas partes humanas utilizarán células del paciente para crear tejidos capaces de ser aceptados por su cuerpo.
“Para 2025, es posible que podamos fabricar órganos completos funcionales, hechos a la medida de cada paciente”, dijo Wallace en un comunicado de la Universidad de Woolongong.
La impresión tridimensional reproduce un objeto capa por capa a partir de información digital y se emplea en la actualidad en diversas aplicaciones médicas, como implantes con plásticos y metales biocompatibles para pacientes específicos.