El Instituto Politécnico Nacional (IPN) precisó en un comunicado que los estudios de Chamorro con animales de laboratorio y con seres humanos han confirmado los efectos positivos de esta alga. La institución destacó que el científico fue destacado con el Premio Ciudad de México 2011 por sus investigaciones sobre el alga spirulina, así como por el desarrollo de nuevos fármacos.
Chamorro señaló que utilizada como suplemento alimenticio, la spirulina podría contribuir en el manejo de problemas crónicos de salud, como diabetes, hiperlipidemia (exceso de grasa en la sangre) y enfermedades virales y del sistema inmune, entre otros. El especialista, egresado de la carrera de Químico Farmacéutico Industrial en el IPN y doctorado en la Universidad de Montpellier, en Francia, recordó que el alga se consumía en México desde la época azteca y se obtenía en el Lago de Texcoco.
Lamentablemente, añadió, se dejó de consumir en el país a partir de la conquista española.
El científico expuso que la spirulina es un organismo unicelular que se agrupa formando filamentos y tiene entre 65 % y 70 % de proteínas, vitaminas (especialmente A y B12), minerales, fenoles, ácido gama-linoleico y algunos antioxidantes. Chamorro destacó que en México se pueden realizar más investigaciones para desarrollar este suplemento, aunque falta su promoción para impulsar su cultivo a gran escala.
Añadió que también son necesarios experimentos para aclarar los mecanismos por los que esta alga presenta sus propiedades farmacológicas, y dar lugar al aprovechamiento de otros productos de origen natural. El investigador aclaró que "mientras en México no se le ha dado la importancia necesaria al cultivo y empleo de la spirulina, en países europeos, asiáticos y africanos, así como en Chile, Brasil, Ecuador, Argentina y Uruguay, la cultivan y aprovechan sus beneficios".
Chamorro señaló que utilizada como suplemento alimenticio, la spirulina podría contribuir en el manejo de problemas crónicos de salud, como diabetes, hiperlipidemia (exceso de grasa en la sangre) y enfermedades virales y del sistema inmune, entre otros. El especialista, egresado de la carrera de Químico Farmacéutico Industrial en el IPN y doctorado en la Universidad de Montpellier, en Francia, recordó que el alga se consumía en México desde la época azteca y se obtenía en el Lago de Texcoco.
Lamentablemente, añadió, se dejó de consumir en el país a partir de la conquista española.
El científico expuso que la spirulina es un organismo unicelular que se agrupa formando filamentos y tiene entre 65 % y 70 % de proteínas, vitaminas (especialmente A y B12), minerales, fenoles, ácido gama-linoleico y algunos antioxidantes. Chamorro destacó que en México se pueden realizar más investigaciones para desarrollar este suplemento, aunque falta su promoción para impulsar su cultivo a gran escala.
Añadió que también son necesarios experimentos para aclarar los mecanismos por los que esta alga presenta sus propiedades farmacológicas, y dar lugar al aprovechamiento de otros productos de origen natural. El investigador aclaró que "mientras en México no se le ha dado la importancia necesaria al cultivo y empleo de la spirulina, en países europeos, asiáticos y africanos, así como en Chile, Brasil, Ecuador, Argentina y Uruguay, la cultivan y aprovechan sus beneficios".