Un equipo científico internacional encontró cantidades inferiores de carbonato nuevo en los arrecifes de coral con respecto a las tasas detectadas en recientes escalas geológicas de tiempo y que esta disminución alcanza un 70 por ciento en algunos lugares del Caribe.
Esta menor acumulación de carbonato, componente del carbonato cálcico que permite el crecimiento y mantenimiento del coral, no compensa la pérdida que los arrecifes sufren debido a la erosión, según el investigador de la Universidad James Cook de Australia, Scott Smithers.
Según Smithers, los investigadores se centraron en cómo los organismos coralinos han hecho frente a las condiciones ambientales actuales, pero no habían explorado en profundidad cómo los arrecifes, como estructuras físicas, estaban reaccionando.
“Decidimos cuantificar la cantidad de esqueletos depuestos por los organismos coralinos cada año para construir la estructura del arrecife y lo comparamos después con la erosión biológica y física”, dijo Smithers en un comunicado de la Universidad.
Los científicos hallaron que muchos arrecifes del Caribe tienen “un precario balance” entre acumulación y pérdida de carbonato y registran “tasas de crecimiento muy lentas o signos de erosión común”, añadió el científico.
Smithers señaló que muchos arrecifes del Caribe parecen estar bien, aunque éstos “son, en general, muy pobres en términos de presencia de corales y peces en comparación a muchos arrecifes de la Gran Barrera de Coral”.
El estudio se realizó durante dos años en las Bahamas, Bonaire, Belice y las Islas Gran Caimán donde, según Smithers, los arrecifes son menos complejos que los de la zona Indo-Pacífica, aunque las conclusiones podrían servir para otras zonas como la Gran Barrera de Coral del noreste de Australia.
La investigación, que fue publicada recientemente en la revista digital Nature Communications, fue financiada por el fondo británico Leverhulme Trust.