“Ésta ha sido una gran victoria para los propietarios del Kindle y estamos ansiosos de que se nos permita rebajar el precio de más libros ” para ese lector electrónico, según un escueto comunicado de la empresa que no ofrece más detalles sobre sus planes.
La mayor y más diversificada tienda por internet del mundo podría volver a comercializar sus libros digitales por 9,99 dólares como hacía desde 2007, cuando lanzó el primer Kindle, en comparación a los 14,99 dólares que cuestan actualmente la mayor parte de las obras superventas en este país.
El anuncio se produce a raíz de la querella presentada el miércoles por las autoridades antimonopolio de EE.UU. contra el gigante tecnológico Apple y las editoriales Penguin, MacMillan, Simon & Schuster, Hachette y HarperCollins, que esas tres últimas solventaron mediante un acuerdo con el Departamento de Justicia.
La firma de Silicon Valley y esas otras dos editoriales se defenderán de las acusaciones, que apuntan a que se aliaron secretamente para subir los precios de los libros digitales antes del lanzamiento de la primera generación del iPad en 2010, que incluía la tienda de ciberlibros iBookstore.
Según la demanda del Departamento de Justicia, el arreglo buscaba acabar con el liderazgo de Amazon, que dominaba desde 2007 el sector del libro electrónico con una cuota de mercado del 90 % gracias a su promoción de libros superventas por tan solo 9,99 dólares en su versión digital.
“La continua conspiración de los acusados y sus acuerdos han causado que los consumidores de libros electrónicos pagaran por ellos decenas de millones de dólares más de lo que habrían pagado” de no haberlo hecho, aseguraba la demanda.
En concreto, las ediciones digitales de obras superventas dejaron de costar 9,99 dólares para subir hasta una horquilla de entre 12,99 y 16,99 dólares debido a ese acuerdo, pero a raíz de la querella Amazon planea volver a su política de ciberlibros por menos de 10 dólares.
El acuerdo de HarperCollins, Simon & Schuster y Hachette con la Justicia supone que durante dos años no podrán poner ninguna restricción a los descuentos de los comerciantes, tales como Amazon o Barnes & Noble, y que se les impedirá “ conspirar o compartir información relacionada con la competitividad con sus competidores ” durante cinco años.