El equipo, dirigido por el investigador nipón de la Japan Society for the Promotion of Science, (Sociedad Japonesa para la Promoción de la Ciencia), Junko Ueda, recopilaron pruebas que indican que la fusión de galaxias pueden formar galaxias de disco y que se trata de un fenómeno bastante común.
Estas galaxias de disco, que incluyen a las galaxias espirales como la Vía Láctea y lenticulares, se caracterizan por tener regiones con forma de rosca conformados por polvo y gas.
Hasta ahora, y de acuerdo con algunas simulaciones de ordenador realizadas en los años 70, se había pensado que la fusión de galaxias de disco daría lugar a galaxias con forma elíptica y predecían que las mayoría de las galaxias deberían ser, por tanto, elípticas. Sin embargo, estos resultados contradicen a los arrojados por las observaciones directas, que confirman que el 70 por ciento de las galaxias investigadas son de disco.
Para esto, los científicos dirigidos por Ueda analizaron la distribución de gas de 31 galaxias situadas a una distancia de entre 40 y 600 millones de años luz de la tierra y que estaban en las etapas finales de su fusión.
“Por primera vez hay evidencia observacional sobre el hecho de que la fusión de galaxias pueda dar lugar a galaxias de disco. Este es un paso importante e inesperado hacia la comprensión del misterio del nacimiento de las galaxias de disco”, explicó Ueda.
Se trata de la investigación más importante sobre gas molecular en galaxias realizado hasta ahora y puede aportar información sobre la formación de la propia Vía Láctea.
“Tal vez hemos encontrado un mecanismo general que se aplica en toda la historia del universo” concluyó el científico japonés.