Esto es según los resultados preliminares de un estudio presentado en la conferencia anual de la Sociedad de Endocrinología celebrada en Edimburgo.
La osteoporosis, que provoca el debilitamiento y la fragilidad de los huesos, causa unos 9 millones de fracturas en el mundo cada año. Ese daño se desarrolla con mayor rapidez en las mujeres en los años inmediatamente posteriores a la menopausia, cuando producen menos estrógenos, que protege contra la pérdida de hueso.
Los alimentos de soja contienen un componente conocido como isoflavonas cuya estructura es similar a la de los estrógenos que “podrían, en teoría”, proteger a la mujer frente a la osteoporosis al simular la acción de los estrógenos. Para realizar el estudio, investigadores de la universidad británica de Hull facilitaron a 200 mujeres en las primera fases de la menopausia un suplemento diario de proteínas de soja con 66 miligramos de isoflavonas o bien solo un suplemento de proteínas de soja durante seis meses.
Los investigadores se centraron en los cambios en la actividad de los huesos de las mujeres, para lo que midieron dos de las proteínas presentes en la sangre la betaCTX y la P1NP. Las mujeres que habían recibido en su dieta soja con isoflavonas registraban unos niveles “significativamente” más bajos de betaCTX que aquellas que sólo había tomado soja, lo que sugiere que la perdida de hueso se estaba ralentizando y, con ello, el riesgo de desarrollar osteoporosis.
“Hemos encontrado que la proteína de soja y las isoflavonas son un opción eficaz para mejorar la salud de los huesos de las mujeres durante la menopausia”, según el director del estudio, Thozhukat Sathyapalan. Los 66 miligramos de isoflavonas que se usaron en este estudio son el equivalente a comer una dieta oriental, que es rica en alimentos de soja. Mientras que en la dieta occidental hay una media de entre 2 y 15 miligramos, agregó.
“Añadir a nuestro de isoflavonas a nuestra dieta puede llevar a un significativo descenso del número de personas que son diagnosticadas de osteoporosis”, agregó. Los investigadores quieren ahora analizar las consecuencias a largo plazo para la salud de usar suplementos de proteína de soja e isoflavonas y si puede tener beneficios más allá de la salud de los huesos.