Los sistemas de la EEI detectaron ayer una pequeña pérdida de presión producto de un diminuto agujero en el casco de la Soyuz, causado probablemente por el impacto de un micrometeorito. Los cosmonautas rusos Oleg Artémiev y Serguéi Prokópiev repararon la fuga, tras lo que verificaron en dos ocasiones, con un intervalo de varias horas, la hermeticidad del casco de la Soyuz.
“Hoy por la mañana se llevaron a cabo comprobaciones adicionales y todas ellas muestran que los trabajos (de reparación) tuvieron un resultado satisfactorio. La Estación está en estado hermético”, dijo a la prensa el director de Roscosmos, Dmitri Rogozin. Agregó que la nave Soyuz MS-09 puede ser utilizada para el regreso a la Tierra de tres tripulantes de la EEI, tal y como estaba previsto en el programa de vuelo.
“Este tipo de situaciones están contempladas en los reglamentos de Energuia (fabricante de la nave espacial) y del Centro de Adiestramiento de Cosmonautas. Y los cosmonautas están preparados moral y profesionalmente para cumplir”, dijo Rogozin.
Además de los cosmnautas Artémiev y Prokópiev, a bordo de la EEI se encuentran los estadounidenses Drew Feustel, Ricky Arnold y Serena Auñón-Chancellor, y el alemán Alexander Gerst de la Agencia Espacial Europea.
La EEI, un proyecto de más de 150.000 millones de dólares en el que participan 16 naciones, actualmente está integrada por 14 módulos permanentes y órbita a una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra