La nave SpaceShiftTwo estalló en el aire durante un vuelo de prueba desde la estación espacial Mojave, al norte de Los Ángeles (EE.UU.), y el suceso se saldó con la muerte del copiloto, mientras el piloto resultó herido de gravedad, según la Patrulla de Autopistas de California.
La nave siniestrada tenía capacidad para seis pasajeros y dos pilotos, cada uno equipado con paracaídas. El siniestro ocurrió tan solo unos días después de la explosión de un cohete de otra compañía de vuelos comerciales al espacio, Orbital Sciences, tras su lanzamiento desde las instalaciones de la NASA en la Isla Wallops, en Virginia.
El cohete Antares portaba un vehículo espacial no tripulado Cygnus con más de 2 toneladas de carga y experimentos para la Estación Espacial Internacional (EEI).
Virgin Galactic, la empresa fundada por el multimillonario británico Richard Branson, describió el siniestro de hoy como “una seria anomalía” y aseguró que colaborará estrechamente con las “autoridades relevantes” para determinar la raíz del problema.
El vehículo espacial siniestrado permaneció más de tres horas en la pista a la espera de que un equipo sobre el terreno determinase si las condiciones eran ideales para el vuelo. Los ingenieros que supervisaban las condiciones esta mañana en la base de Mojave dieron luz verde al lanzamiento a las 09:19 hora local (13:19 hora paraguaya).
El portaaviones que transportó la nave propulsada por un cohete hasta unos 17 kilómetros por encima de la Tierra para iniciar el vuelo de prueba aterrizó sin contratiempos, según Virgin Galactic.
Vuelos como el de hoy son preparativos para viajes suborbitales a los límites del espacio exterior, más allá de 100 kilómetros de altitud.
Branson esperaba convertirse en el primer pasajero de un vuelo comercial al espacio el próximo año. Además de él, más de 800 personas han pagado o realizado depósitos para viajar eventualmente a bordo de la nave espacial, desde la que los pasajeros podrán observar la Tierra con el vacío oscuro del espacio como telón de fondo y experimentar unos minutos de ingravidez.
En esa lista de interesados figuran el actor estadounidense Ashton Kutcher, que abonó 200.000 dólares por el billete que le llevará a la frontera entre la Tierra y el espacio exterior, desde donde se podrá ver la curvatura del planeta. Tom Hanks, Angelina Jolie, Brad Pitt y Katy Perry son otros de los famosos que han adquirido su billete al espacio con Virgin Galactic.
El vehículo que estalló en el aire este viernes, y cuyos restos se esparcieron sobre una pequeña sección del desierto de Mojave en California, está basado en el prototipo SpaceShipOne, que ganó hace 10 años el premio Ansari X Prize, dotado con 10 millones de dólares, por ser la primera nave tripulada privada en volar al espacio.
El vuelo de prueba recibió un permiso especial de la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos.
Tanto Virgin Galactic como la agencia gubernamental habían expresado en numerosas ocasiones su confianza en la tecnología de la nave espacial. Entre las empresas que desarrollan naves para vuelos comerciales al espacio exterior están XCOR Aerospace, que trabaja en un vehículo de dos pasajeros al que han bautizado como Lynx, y Blue Origin, propiedad de Jeff Bezos, fundador de la firma de comercio electrónico Amazon.com.
Está previsto que Branson visite mañana Mojave y que un equipo del Consejo de Seguridad Nacional en el Transporte (NTSB) se persone también en la zona.