Tras sufrir una amenaza, ratas distinguen qué sitios evitar y muestran “ansiedad”

Las ratas crean mapas neurológicos de los lugares a evitar tras sufrir una amenaza y piensan en ellos cuando muestran comportamientos relacionados con la preocupación, lo que puede aportar información sobre la neurociencia de trastornos psicológicos comunes como la ansiedad.

Rata.
Rata.Shutterstock

Un equipo encabezado por la Universidad de Minnesota (EE.UU.) hizo un experimento con ratas que sufrían una amenaza cuando iban a buscar comida y analizaron su comportamiento posterior al volver a dirigirse al lugar, para examinar determinadas partes de su cerebro.

El estudio que publica Plos indica que células específicas del cerebro de las ratas marcan lugares distantes que deben evitar tras experiencias negativas y piensan en esos sitios incluso después de marcharse.

Existen muchas teorías sobre los motivos de la ansiedad, entre ellas que está asociada a un fenómeno psicológico denominado conflicto de aproximación-evitación, en el que una persona desea algo pero lo contrapone a un resultado negativo asociado.

Para examinar las bases neurológicas de este fenómeno, los investigadores estudiaron ratas mientras se dirigían a buscar comida, que estaba al final de un recorrido en forma de L.

Parcialmente oculto en la esquina de L situaron un robot similar a un depredador que, en ocasiones, las embestía, movía una especie de cola y hacia sonar algo parecido a unas garras, para simular un ataque.

Tras vivir esta situación, las ratas empezaron a realizar conductas de evitación, como vacilar o huir para ponerse a salvo, que los investigadores proponen que están asociadas a la preocupación por el robot.

A algunos animales les implantaron sondas para monitorizar el hipocampo, la parte del cerebro que se cree que interviene en el aprendizaje y la memoria, centrándose en unas neuronas llamadas “células de lugar”, que se activan cuando un animal visita un sitio concreto.

Los investigadores pudieron determinar, examinando la actividad de estas neuronas, cuáles estaban asociadas a la ubicación de la comida y cuáles a la del robot.

Después de haber sufrido la amenaza, algunas ratas dudaban si acercarse a la comida y se observó un aumento de la actividad en las células de lugar asociadas a la ubicación del robot y de la comida.

Los investigadores consideran que este comportamiento puede representar un conflicto de aproximación-evitación entre querer la comida y la preocupación por el agresor.

Cuando las ratas se daban la vuelta a mitad del recorrido, las células de lugar activas se asociaban principalmente con la ubicación del robot.

Normalmente, las células de lugar solo están activas cuando la ubicación asociada está justo delante del animal pero en las ratas que se daban la vuelta y huían se observó que las asociadas con el robot seguían activas.

La ansiedad está relacionada con la capacidad de imaginar situaciones, algo en lo que se sabe que intervienen el hipocampo y las células de lugar.

Los investigadores observaron muchos menos comportamientos relacionados con la preocupación entre las ratas cuando se les administró el ansiolítico diazepam, que también alteró la actividad del hipocampo, reduciendo los patrones neuronales asociados a los comportamientos de ansiedad.

Preocuparse por el futuro -escriben los autores- “requiere representaciones mentales de resultados futuros negativos imaginados”.

Las ratas que se enfrentaban al robot similar a un depredador que custodiaba una fuente de alimento desarrollaron nuevas representaciones mentales de la ubicación del robot, lo que provocó que pensaran transitoriamente en dónde estaba el robot antes de buscar comida.

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