El próximo 10 de diciembre, día en que murió Alfred Nobel en 1896, los premiados recibirán del rey Carlos Gustavo de Suecia el galardón en una ceremonia en Estocolmo. El Nobel de la Paz se habrá entregado unas horas antes en Oslo, por voluntad del creador de las distinciones.
Sin embargo, ya desde mañana los laureados participan en la Semana Nobel, que incluye actos y encuentros con el público, además de las obligatorias lecturas de aceptación del premio, compuesto por la mítica medalla, un diploma y 11 millones de coronas suecas (976.000 euros, 1,1 millones de dólares) por categoría.
Redes neuronales artificiales
El Nobel de Física es para John Hopfield (1933, Chicago, EE.UU.) de la Universidad de Princeton (EE.UU.), y Geoffrey Hinton (1947, Londres), de la de Toronto (Canadá), “por descubrimientos fundamentales e invenciones que permiten el aprendizaje automático con redes neuronales artificiales”, según el Comité Nobel.
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Los premiados usaron herramientas de la física para poner las bases de la inteligencia artificial (IA), creando métodos por los que las máquinas aprenden a través de redes neuronales artificiales, lo que les ha permitido imitar funciones como la memoria y el aprendizaje.
Ya no se programa el conocimiento en una máquina, sino que la IA es capaz de aprender de su propia experiencia, es decir, de un modo más parecido al de nuestro cerebro.
Hinton es también Premio Princesa de Asturias en 2022 junto a uno de los nobel en Química, Demis Hassabis; ese no es el único vínculo que les une. Ambos, además de John Jumper (Nobel de Química), han trabajado o trabajan en Google.
El año pasado, Hinton dejó su puesto de investigador de ingeniería de Google para poder alertar de la amenaza de que la IA, aun teniendo virtudes, pueda salirse de control.
La estructura de las proteínas
Hassabis (Londres, 1976) y Jumper (1985, Little Rock, EE.UU.) trabajan en Google DeepMind, de la que el primero es consejero delegado. El tercer premiado en Química es David Baker (1962, Seattle, EE.UU.) de la Universidad de Washington.
Baker, se lleva el premio por el “diseño computacional de proteínas”; Hassabis y Jumper por la predicción de la estructura de estas, todo ello a través del uso de la IA.
Hassabis y Jumper con su sistema AlphaFold2 han podido predecir la estructura de casi 200 millones de proteínas, casi todas las conocidas, lo que, entre múltiples aplicaciones, permite entender mejor la resistencia a los antibióticos.
Baker empezó desarrollando un software con el mismo fin, pero fue un paso más allá y creó RossettaFold, para diseñar proteínas que no existen y que se pueden usar para hacer vacunas, nanomateriales o una industria química menos contaminante.
Una intensa prosa poética
La única mujer que recibirá un nobel es Han Kang, por “su intensa prosa poética, que se enfrenta a traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”, según el fallo de la Academia, y a quién el éxito internacional le llegó con ‘La vegetariana’ (2007).
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Y recogerá el premio mientras su país vive una tensa situación después de que el martes el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, activara la ley marcial, medida que generó una fuerte oposición y que levantó la Asamblea Nacional, lo que forzó al ejecutivo a retirarla horas después.
La primera mujer surcoreana que logra un nobel tiene una obra rica y compleja, desde la poesía a la novela, con una prosa muy intensa y lírica, que puede llegar a ser brutal y, en ocasiones, ligeramente surrealista.
El microARN
El descubrimiento “del microARN y su papel en la regulación postranscripcional de los genes” le da el Nobel de Medicina a Victor Ambros (1953, Hanover, EE.UU.) de la Universidad de Massachusetts, y a Gary Ruvkun (1952, Berkeley, EE.UU.), de Harvard.
Ese tipo de moléculas diminutas constituyen un mecanismo esencial para controlar los genes, su papel es fundamental en procesos como la diferenciación de las células y su alteración puede influir en enfermedades como el cáncer.
Instituciones y prosperidad
Los Nobel de Economía Simon Johnson (1963, Shefield, Reino Unido), del Instituto Tecnológico del Massachusetts; Daron Acemoglu (1967, Estambul), también del MIT, y James Robinson (1960, Chicago, EE.UU.), de la Universidad de Chicago, han estudiado cómo se forman las instituciones económicas y políticas, cómo determinan la prosperidad de las naciones y la desigualdad entre ellas.
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Los tres analizaron los sistemas políticos y económicos introducidos por los europeos en sus colonias desde el siglo XVI, dependiendo de si esos lugares eran ricos o pobres en recursos, y desarrollaron herramientas teóricas que pueden explicar por qué persisten las diferencias de prosperidad y cómo pueden cambiar las instituciones.
Supervivientes de las bombas atómicas
El Nobel de la Paz reconoce a la organización japonesa Nihon Hidankyo, formada por supervivientes de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki, por su lucha contra las armas nucleares, sus esfuerzos para lograr un mundo libre de ellas y por demostrar con el testimonio de quienes lo vivieron que nunca deben volver a utilizarse.