El avance, logrado por un equipo de investigación de la Universidad de Wuhan (centro de China), combina materiales de bajo costo y fácil acceso como huesos de calamar y algodón, lo que podría facilitar su uso a gran escala en ecosistemas acuáticos afectados por la contaminación plástica.
El profesor Deng Hongbing, que dirigió al equipo de expertos, señaló que la esponja está fabricada con quitosano extraído del hueso de calamar y celulosa de algodón y cuenta con un diseño que le permite absorber microplásticos provenientes de envases alimentarios, textiles e incluso productos industriales, recogió el diario local Global Times.
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Los expertos, que publicaron sus hallazgos en la revista científica Science Advances, realizaron pruebas con muestras de agua procedentes de lagos, estanques, riego y agua marina que confirmaron que la capacidad de filtrado de la esponja no se ve afectada por partículas inorgánicas, metales pesados, contaminantes orgánicos ni microorganismos presentes en los cuerpos de agua.
Durabilidad y viabilidad como herramienta reutilizable
En un primer ciclo de absorción, la esponja logró eliminar casi la totalidad de los microplásticos, y mantuvo una eficiencia superior al 95 % tras cinco ciclos consecutivos. Según el equipo, este nivel de rendimiento demuestra su durabilidad y viabilidad como herramienta reutilizable.
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La producción de la esponja es factible a mayor escala, dado que requiere materiales simples y equipos comunes como liofilizadores y agitadores mecánicos.
En un entorno de laboratorio, el equipo produjo un metro cuadrado de esponja por semana, lo que podría sentar las bases para su expansión industrial e incluso para su futuro uso como purificador de agua en los hogares, indicaron los expertos.