El rector de la UES, Juan Rosa Quintanilla, afirmó durante la inauguración que se trata "del mejor laboratorio de geociencias y georecursos en El Salvador".
La instalación, que será utilizada por los estudiantes y catedráticos de la carrera de ingeniería geológica, cuenta con un equipo para realizar estudios de vulcanología, geotermia y mineralogía.
También cuenta con equipo portátil para investigar la actividad sísmica, aguas subterráneas y obtener información de ondas sísmicas en caso de terremoto, dado que el país tiene una alta actividad de temblores.
"El Salvador es un país vulnerable, que está sujeto a las visicititudes de altas cantidades de lluvia, de la no disponibilidad de agua para producción de alimentos y también a fenómenos sismológicos que recurrentemente vivimos", apuntó Rosa, quien agradeció el apoyo de Italia.
El rector la única universidad pública de El Salvador subrayó que "no requerimos de expertos internacionales para ponerlos a trabajar en El Salvador, dado que esta casa de estudios tiene la capacidad de formar hombres y mujeres con ese perfil" en diversas ramas.
Recordó que la cooperación internacional ayudó a "subsistir" a la UES en el marco de la guerra civil (1980-1992) ante el "estrangulamiento financiero" que los gobiernos de la época imponían.
El embajador de Italia en El Salvador, Paolo Emanuele Rozo, destacó que este proyecto tiene "una envergadura especial" y que la cooperación de su país se centra en un "enriquecimiento recíproco" de ambos países.
Agregó que "con este proyecto podemos contribuir a fortalecer los lazos que tienen que existir entre los gobiernos y los institutos universitarios de enseñanza".
La mayoría de los sismos que se producen en El Salvador habitualmente tienen su origen en aguas del océano Pacifico y a mucha mayor profundidad.
La última vez que El Salvador sufrió graves daños y perdidas humanas por un terremoto fue en 2001, cuando se produjeron dos sismos de 7,7 y 6,6 con un mes de diferencia, dejando alrededor de 1.200 muertos y más de 8.000 heridos.