El estudio está liderado por la investigadora del IAC Almudena Prieto y, según informó este jueves la institución científica en un comunicado, supone la primera vez que se ha logrado aislar y datar con gran precisión a poblaciones jóvenes de estrellas en este tipo de galaxias, en las que predominan las estrellas ancianas, denominadas “galaxias viejas rejuvenecidas”.
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En la investigación se han utilizado observaciones combinadas de diversos telescopios, tanto espaciales como terrestres, así como técnicas “innovadoras de análisis de datos”.
Los resultados se publican en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
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Según explica el IAC, los cúmulos estelares son enormes concentraciones de miles o decenas de miles de estrellas ligadas gravitatoriamente entre sí en una región extremadamente compacta de unas pocas decenas de años luz de diámetro, lo que equivale a una fracción minúscula del tamaño de una galaxia.
Estrellas que nacieron al mismo tiempo
“Los cúmulos son importantes en muchas áreas de la astronomía, ya que casi todas sus estrellas nacieron aproximadamente al mismo tiempo a partir del material de una misma nube molecular, por lo que proporcionan información valiosa sobre muchos procesos astrofísicos que ocurren en sus galaxias anfitrionas”, añadió la nota.
Para el IAC, lo intrigante es que esta nueva generación de estrellas está sucediendo en el centro de una galaxia ya anciana, la cercana NGC 1386, situada a 53 millones de años luz de la Tierra y dominada por una enorme población de estrellas viejas.
“Todos estos cúmulos aparecen distribuidos como pequeñas perlas en un anillo alrededor del centro de la galaxia. Sorprendentemente, son todos idénticos, por lo que pensamos que se crearon al mismo tiempo como un acontecimiento sincronizado, hace aproximadamente 4 millones de años”, explicó Prieto.
Hasta ahora, la mayoría de los datos indicaban que la formación de estrellas en las galaxias disminuye constantemente con el tiempo.
Estrellas en galaxias rejuvenecidas
Sin embargo, en los últimos años han aparecido evidencias de las llamadas “galaxias viejas rejuvenecidas”, es decir, galaxias que muestran señales de un ritmo de formación estelar creciente en épocas recientes.
A diferencia de estudios anteriores, la actual investigación ha conseguido, por primera vez, aislar espacialmente estas poblaciones de estrellas jóvenes y datar con precisión su edad en el centro de una de estas galaxias ancianas.
Para conseguirlo, se han utilizado imágenes de muy alta resolución angular obtenidas por algunos de los mayores telescopios del mundo, como el Very Large Telescope (VLT), el Hubble Space Telescope (HST) y el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), entre otros.
“También se han utilizado nuevas técnicas que, en conjunto, nos han permitido aislar espacialmente unos 61 cúmulos estelares, en longitudes de onda ópticas y del infrarrojo cercano, y separar temporalmente algunas de las fases evolutivas de la formación estelar”, señala Juan Fernández-Ontiveros, investigador del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (CEFCA) y coautor del trabajo.
El resultado obtenido, “que desafía las expectativas del escenario estándar”, también revela cuál ha sido el mecanismo que está contribuyendo a esta inusual formación de estrellas.
“El paradigma es que no hay mucho material en esta vieja galaxia para crear nuevas estrellas –señala la investigadora–; no importa, esta galaxia se las ha arreglado para adquirir los suministros necesarios de sus regiones más remotas, en los bordes de su disco estelar”, añaden los investigadores.