“Esta temporada será extraordinaria en muchos sentidos” , declaró el jueves en rueda de prensa el director de la NOAA, Rick Spinrad.
Teniendo en cuenta todas las tormentas más potentes, la agencia nunca había pronosticado un número tan alto en sus proyecciones para mayo, añadió el funcionario.
Estas previsiones están relacionadas en particular con el desarrollo previsto del fenómeno meteorológico La Niña, así como por temperaturas muy elevadas en el norte del océano Atlántico, explicó.
Lea más: Inventan un modelo con luz para devolver la movilidad a personas amputadas o con parálisis
En total, según la NOAA, podría haber entre 17 y 25 tormentas con nombre propio (las que desarrollan vientos de más de 63 km/h). De ellas, entre ocho y 13 podrían convertirse en huracanes (trombas de más de 119 km/h), y entre cuatro y siete de estos de categoría 3 o aún superior (a partir de los 178 km/h).
El fenómeno meteorológico de La Niña se está gestando en el océano Pacífico pero tiene consecuencias para todo el planeta. Su opuesto, El Niño, estuvo presente el año pasado y tendió a moderar la actividad de los huracanes en el Atlántico Norte.
La temporada de huracanes en el Atlántico se extiende desde principios de junio hasta finales de noviembre. Estos fenómenos pueden ser devastadores tanto materialmente como en términos de peligros para las personas, particularmente en los estados del sur de Estados Unidos.
En 2022, el huracán Ian devastó el estado de Florida (sureste) , causó decenas de víctimas y dejó más de 100.000 millones de dólares en daños.
En general, debido al calentamiento global, los huracanes se están volviendo más potentes, avivados por superficies oceánicas afectadas por mayores temperaturas, según muchos científicos.