La “Colección Ratón Pérez” del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en Burgos, celebra diez años como referente de biobanco de dientes de leche a nivel mundial gracias a las donaciones que más de 2.300 niños españoles hacen cada año en las campañas de recogida, y, desde el año pasado, también de donantes de Argentina y Brasil.
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El Ministerio español de Ciencia, Innovación y Universidades acogió este jueves un acto para celebrar este aniversario en el que intervinieron, además de miembros del departamento, representantes del CENIEH, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), y otras entidades científicas y culturales colaboradoras, como Casita Museo del Ratón Pérez en Madrid.
María Martinón, directora CENIEH, explicó hoy cómo “un proyecto que nació poco después de que lo hiciera el centro, a raíz de un puñado de ilusiones y buenas intenciones de un grupo de personas por querer hacer ciencia y contarla, se ha convertido en un recurso fundamental para hacer ciencia a nivel internacional”.
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Un repositorio de referencia
Los investigadores recopilan los dientes en las campañas de donación que tienen lugar anualmente en ciudades españolas, en la web del CENIEH o en la Casa Museo del Ratón Pérez en Madrid junto con una serie de datos.
Entre la información que acompaña al diente está, entre otros, si la madre del niño tuvo problemas durante el embarazo (la formación de los dientes de leche es intrauterina), si el nacimiento fue a término, lugar del nacimiento del niño, padres y abuelos, tipo de alimentación, o edad de caída del diente.
“Se trata de datos muy básicos que pueden dar mucha información”, señaló Marina Martínez de Pinillos, responsable científica del proyecto, quien subrayó que cada donante tiene un código alfanumérico que garantiza el anonimato y confidencialidad de los donantes.
Los dientes se guardan de manera individual en un almacén del CENIEH que cuenta con todos los parámetros de seguridad necesarios para su conservación.
Martínez de Pinillos avanzó que el próximo reto de la colección será acompañar la base de datos, que ya está disponible para científicos de todo el mundo, del escaneo de cada diente para que cualquier investigador pueda estudiarlos sin necesidad de desplazarse a Burgos y tocar los restos originales.
El escaneo, ya en marcha, se hace con una tecnología específica que muestra la morfología del exterior e interior de los dientes en tres dimensiones y la visualización del esmalte y la dentina (tejido debajo del esmalte).
Atraer a los niños a la ciencia
La “Colección Ratón Pérez” ya ha generado un volumen notable de conocimiento desde su existencia, con sus muestras se han hecho estudios sobre el dimorfismo sexual de los dientes de leche (si presentan diferencias por sexo) o comparativas con los dientes de leche de los homínidos del pasado ‘Homo antecessor’, entre otros.
Recientemente, su estudio se está usando para avanzar en el conocimiento de las enfermedades raras, ya que “los dientes de leche son significativos para observar patrones que expliquen estas patologías”, añadió Martínez de Pinillos.
Eva Ortega Paíno, secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, alabó la colección como “un ejemplo sobresaliente de ciencia ciudadana, y de colaboración entre la comunidad científica y la sociedad”.
“Hemos conseguido que la sociedad abrace el proyecto, que los niños que participan incorporen la ciencia a su visión del mundo, y que esta actividad pueda despertar en ellos una vocación científica”, agregó Martinón.
Para celebrar el décimo aniversario de la “Colección Ratón Pérez”, el CENIEH celebrará una entrega de premios el próximo 13 de diciembre en Burgos, en la que distinguirá, entre otros, a los niños que han donado más dientes o que han participado en más campañas de donación.