Un estudio que publica hoy Cancer ReseaRch analizó en más de 3.500 muestras los efectos epigenéticos del tabaco y los cigarrillos electrónicos en la metilación del ADN, un mecanismo epigenético fundamental en la regulación de la expresión de los genes y de cómo funcionan.
El objetivo era investigar el impacto en las células que están expuestas directamente al tabaco (por ejemplo, en la boca) y las que no lo están (en la sangre o el cuello uterino).
“No podemos afirmar que los cigarrillos electrónicos provoquen cáncer basándonos en nuestro estudio, pero sí observamos” que sus consumidores “presentan algunos cambios epigenéticos en las células bucales similares a los de los fumadores, y estos cambios están asociados al desarrollo futuro de cáncer de pulmón en los fumadores”.
Así lo indicó Chiara Herzog, del University College de Londres y de la Universidad de Innsbruck (Austria), una de las firmantes de la investigación.
Herzog agregó que serán necesarios más estudios para investigar si estas características podrían utilizarse para predecir individualmente el cáncer en fumadores y usuarios de cigarrillos electrónicos.
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Capa extra de información
El epigenoma se refiere a una capa extra de información que se superpone a nuestro material genético, el ADN. Este se puede comparar con el ‘hardware’ de un ordenador, mientras que la epigenética sería como ‘”software’, que define cómo, dónde y cuándo se ejecutan los programas que éste utiliza, explica el Univesity College en un comunicado.
Los epigenomas cambian a lo largo de nuestra vida y pueden verse afectados por diversos factores genéticos o no genéticos, como el envejecimiento, el estilo de vida, la exposición a hormonas, sustancias químicas y factores ambientales, e incluso el estrés y los traumas psicológicos.
Los investigadores descubrieron que las células epiteliales de la boca mostraban cambios epigenómicos sustanciales en los fumadores, que son aún más elevados en los cánceres o precánceres de pulmón, en comparación con el tejido pulmonar normal, lo que apoya la idea de que los cambios epigenéticos asociados al tabaquismo permiten a las células crecer más rápidamente.
El estudio incluye nuevos datos que muestran que se observaron cambios epigenómicos similares en las células de consumidores de cigarrillos electrónicos que solo habían fumado menos de 100 cigarrillos de tabaco en su vida.
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Vape: no se puede dar por sentado que su uso sea seguro
“Aunque el consenso científico es que los cigarrillos electrónicos son más seguros que fumar tabaco, no podemos dar por sentado que su uso sea completamente seguro y es importante estudiar sus posibles riesgos a largo plazo y su relación con el cáncer”, dijo Herzog.
Mediante el análisis computacional de las muestras, los investigadores también descubrieron que algunos cambios epigenéticos relacionados con el tabaquismo permanecen más estables que otros tras dejar de fumar, incluidos los relacionados con el tabaquismo en muestras cervicales, algo que no se había estudiado anteriormente.
El epigenoma permite mirar hacia atrás para ver cómo respondió nuestro cuerpo a una exposición ambiental previa, como el tabaquismo, pero también puede permitir predecir la salud y la enfermedad en el futuro, dijo Matin Widschwendter, también firmante del estudio.
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Los cambios que se observan en el tejido del cáncer de pulmón también pueden medirse en las células de las mejillas de fumadores que no han desarrollado un cáncer.
Y lo que es más importante -destacó- esta investigación apunta a que “los usuarios de cigarrillos electrónicos presentan los mismos cambios, por lo que estos dispositivos podrían no ser tan inocuos como se pensaba en un principio”.