La misión, que forma parte del programa de exploración lunar de China, tiene como metas científicas la investigación del hielo de agua en la sombra del polo sur lunar, la exploración de recursos en la mencionada área y el estudio de la morfología, composición, estructura interna y campos magnéticos lunares, reportó hoy la agencia oficial Xinhua.
Además, el experimento de medición Tierra-Luna de interferometría de muy larga línea de base (VLBI) y el estudio de la cola magnética y la capa de plasma de nuestro planeta también forman parte de objetivos marcados por los científicos del gigante asiático.
La sonda Chang’e-7 estará compuesta por un total de 18 equipos transportados, entre los que destacan un orbitador, un módulo de aterrizaje, un vehículo explorador y una mini-sonda voladora, según un estudio publicado por el National Science Review
El orbitador girará en torno a la Luna durante un año, mientras que el alunizador y el vehículo aterrizarán en el borde iluminado de un cráter cerca del polo sur lunar.
Los instrumentos científicos que se instalarán en la sonda principal incluyen cámaras, radares, analizadores de minerales y agua, espectrómetros, magnetómetros, un sismógrafo y un detector de volátiles, reveló la publicación.
La Chang’e 7 será la sucesora de la Chang’e 6, cuyo lanzamiento está previsto en la primera mitad de 2024, según la Administración Nacional del Espacio de China.
Los equipamientos para la sonda lunar Chang'e 6 han sido transportados ya al Centro de Lanzamiento de Naves Espaciales de Wenchang, en la provincia meridional isleña de Hainan, y se realizarán las pruebas previas al lanzamiento según lo programado, indicó el organismo el pasado 10 de enero.
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La misión tiene como objetivo recolectar muestras de la cara oculta de la Luna, además de lanzar el satélite de retransmisión Queqiao 2, que facilitará la comunicación entre la sonda Chang'e 6 y la Tierra, garantizando una transmisión de datos eficiente, y también será utilizado en la Chang’e 7.
Si la misión tiene éxito, esta será la primera vez que se obtengan muestras de la cara oculta, lo que podría revelar información valiosa sobre la historia lunar.
La sonda lunar china más reciente, la Chang'e 5, viajó en 2020 al satélite, de donde recogió 1.731 gramos de muestras de terreno.
El programa Chang'e (bautizado así en honor a una diosa que según las leyendas chinas vive en la Luna) comenzó con el lanzamiento de una primera sonda en 2007.
En los últimos años, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha logrado hitos como el alunizaje exitoso de la Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna en enero de 2019, un logro que ningún país había conseguido hasta la fecha.