Astrobotic, la “start-up” que diseñó el dispositivo, perdió contacto con la nave poco antes de las 21H00 GMT del jueves, media mañana del viernes en la zona horaria local, lo que indicaba una “reentrada controlada sobre aguas abiertas” , indicó la compañía en su más reciente actualización en la red social X.
La empresa, con sede en Pittsburgh, añadió que esperaría una confirmación independiente del paradero de Peregrine por parte de las autoridades gubernamentales competentes.
Un informe anterior de Astrobotic proporcionaba las coordenadas de reingreso a la atmósfera a unos cientos de kilómetros al sur de Fiyi, aunque con un amplio margen de error.
Los ingenieros habían ejecutado una serie de pequeñas quemas de motor para posicionar el robot cuadrado, del tamaño de un carro de golf, sobre el océano para “minimizar el riesgo de que los restos llegaran a tierra” firme.
La compañía había publicado también una fotografía de la Tierra oscurecida tomada desde el módulo en su aproximación al planeta.
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Peregrine despegó a principios de la semana pasada desde Florida, pero rápidamente se detectó una fuga de combustible que le impidió alunizar.
Sin embargo, siguió operando por más de 10 días en el espacio, recopilando datos de vuelo útiles para un futuro intento e incluso permitiendo experimentos a bordo.
La empresa se vio obligada a evaluar cómo finalizar la misión teniendo en cuenta las incertidumbres relacionadas con la fuga y para no generar problemas a los satélites en órbita terrestre o desechos en órbita lunar.