Se trata de la investigación más actualizada y completa, hasta la fecha, sobre el presupuesto mundial de carbono, es decir, sobre la estimación de la cantidad de emisiones de dióxido que puede emitirse a la atmósfera para mantener el calentamiento por debajo de cierto límite, en este caso para no superar el incremento global de temperatura de 1,5 grados al que aspira el Acuerdo de París de lucha contra la crisis climática.
Las cuentas son las siguientes: en enero de 2023 quedaba un remanente de menos de 250 gigatoneladas de dióxido de carbono (GtCO2) por emitir a la atmósfera para que el planeta no se caliente, de media, más de 1,5 grados respecto a niveles preindustriales (año 1850).
Manteniendo el ritmo de emisiones actual (en 2022 fueron a la atmósfera 40 GtCO2) en este año 2023 y sucesivos, el presupuesto de carbono para no superar los 1,5 grados se habría agotado en seis años, en torno a 2029.
Los autores también calculan que el presupuesto de carbono restante para que el calentamiento global se mantenga por debajo de los 2 grados es de 1.200 GtCO2 y de que de mantenerse el ritmo actual de emisiones, se habría superado en 23 años (año 2046).
La temperatura global y el calentamiento en niveles seguros
Los científicos advierten, no obstante, de que al quedar tan poco presupuesto para no rebasar los objetivos del Acuerdo de París cualquier cambio que implique más o menos emisiones puede hacer variar estas fechas.
No obstante, esta investigación pone de manifiesto que el presupuesto de carbono restante es menor de lo calculado anteriormente y se ha reducido aproximadamente a la mitad desde 2020 debido al continuo aumento de las emisiones mundiales.
“Nuestros resultados confirman lo que ya sabemos: no estamos haciendo lo suficiente para mantener el calentamiento en niveles seguros, y la ventana para mantenernos por debajo de 1,5 grados se está cerrando”, señala en rueda de prensa uno de los autores principales, Robin Lamboll, investigador del Imperial College de Londres.
“Cada fracción de grado de calentamiento hará la vida más difícil para las personas y los ecosistemas. Este estudio es una advertencia más de la comunidad científica. Ahora corresponde a los gobiernos actuar”, agrega Lamboll.
La temperatura global depende de las emisiones de los países
Lamboll incide en que los resultados de este estudio “no son una llamada a darnos por vencidos, sino una alerta de que cada tonelada de CO2 ahorrada a la atmósfera cuenta”.
Los científicos recuerdan que aun superando el umbral de los 1,5 grados durante cierto tiempo, la temperatura global podría descender si los países alcanzan las cero emisiones netas a mediados de siglo, tal como se comprometieron también en el Acuerdo de París.
Las conclusiones de este estudio se basan en una revisión de las estimaciones existentes, así como en modelos climáticos y datos actualizados en los últimos meses.