El 19 de agosto, al emitir un pulso de corrección para transferir la nave espacial de una órbita lunar circular a una órbita elíptica previa al aterrizaje, el sistema de propulsión Luna-25 funcionó durante 127 segundos en lugar de los 84 segundos previstos, recordó Roscosmos en un comunicado.
Como resultado, la estación cambió a una órbita abierta no diseñada y chocó con la superficie lunar, explicó.
La agencia espacial rusa indicó que "la causa más probable del accidente fue el funcionamiento anormal del complejo de control de a bordo, asociado a la falta de encendido del acelerómetro en el dispositivo BIUS-L (unidad de medición de velocidad angular)".
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En este sentido, el complejo de control a bordo de la sonda "recibió señales cero de los acelerómetros del dispositivo BIUS-L", lo que impidió registrar el momento en que se alcanzó la velocidad requerida y apagar oportunamente el sistema de propulsión".
Roscosmos afirmó que se han elaborado recomendaciones para evitar este tipo de fallos en futuras misiones lunares de Rusia.
La sonda rusa debía alunizar el 21 de agosto, pero al estrellarse le ganó la batalla espacial la nave india Chandrayaan-3, que alcanzó dos días después por primera vez ese inhóspito territorio de la Luna antes que potencias tradicionales como Rusia, Estados Unidos y China.