El impacto de esos animales fue más significativo en el sur global. En concreto su aportación fue del 10 % del rendimiento del grano en el África subsahariana y el 8 % en América Latina y el Caribe, posiblemente porque los agricultores suelen tener menos acceso a fertilizantes y pesticidas.
Un estudio que publica Nature Communications y liderado por científicos de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) indica que las lombrices de tierra pueden representar hasta 140 millones de toneladas métricas de alimentos producidos anualmente.
Se trata de una cantidad aproximadamente comparable a la de cereales (arroz, trigo, centeno, avena, cebada, maíz y mijo) cultivados anualmente por Rusia, el cuarto productor mundial.
El equipo encabezado por Steven Fonte de la CSU calculó la contribución de las lombrices de tierra a la producción mundial de alimentos superponiendo y analizando mapas de abundancia de lombrices, propiedades del suelo, tasa de fertilización y rendimiento de los cultivos.
"Esta es la primera iniciativa que conozco que trata de tomar una parte de la biodiversidad del suelo y decir: bien, este es su valor; esto es lo que nos aporta a escala mundial", afirmó Fonte.
El experto destacó que con este estudio no están abogando por que nadie trasplante lombrices de tierra a lugares donde aún no existen.
Por el contrario, esperan que este trabajo demuestre que una mejor gestión de la biología del suelo en los lugares donde las lombrices ya habitan puede mejorar la productividad agrícola y reducir la dependencia de los productos agroquímicos.
Las lombrices de tierra ayudan a establecer suelos saludables apoyando el crecimiento de las plantas, al crear una buena estructura del suelo, ayudando en la captura de agua y a la beneficiosa rotación de materia orgánica que hace que los nutrientes estén más disponibles.
Algunas investigaciones han demostrado que pueden facilitar la producción de hormonas promotoras del crecimiento de las plantas y ayudarlas a protegerse contra los patógenos comunes del suelo, así como otras señala que estos animales pueden aumentar la productividad general de las plantas en un 25 %.
El equipo analizó el impacto de las lombrices de tierra en cuatro cultivos de cereales: arroz, maíz, trigo y cebada; el grupo examinó un conjunto de leguminosas que incluía soja, guisantes, garbanzos, lentejas y alfalfa, entre otras.
“Si gestionamos nuestros suelos de forma más sostenible, podemos aprovechar o potenciar mejor esta biodiversidad y producir agroecosistemas más sostenibles”, aseguró Fonte. .
Los suelos son un hábitat muy complejo y ha habido “muy pocos esfuerzos” para comprender qué significa esa biodiversidad para el rendimiento de los cultivos globales.