Estudiando la colisión entre protones de su Gran Colisionador de Hadrones (LHC), que produce bosones Z, determinó que la constante de atracción por interacción nuclear fuerte entre estos últimos es de 0,1183 con un margen de error de 0,0009, es decir, un margen de error del 0,8 %, el más bajo conseguido hasta ahora.
La interacción nuclear fuerte es una de las cuatro fuerzas de la naturaleza, junto a la gravedad, el electromagnetismo y la fuerza nuclear débil, y aunque se considera la de mayor fuerza, también es la menos conocida.
La fuerza electromagnética, por ejemplo, es 15 veces más débil que la interacción nuclear fuerte, pero la precisión con que se conoce su magnitud es mucho mayor, con un margen de error de una billonésima.
Esta interacción nuclear fuerte, de la que son responsables particulas subatómicas denominadas gluones, es la que logra mantener unidos los quarks para formar protones y neutrones, a su vez partes del átomo.
El boson Z es en cambio responsable de la interacción nuclear débil, que causa la desintegración de las partículas subatómicas, pero ha servido en esta ocasión para medir la interacción nuclear fuerte mediante comparación de los productos que surgen de esa desintegración, y junto a predicciones teóricas.
La mayor precisión a la hora de medir esta fuerza, que a diferencia de la gravedad o el electromagnetismo sólo puede detectarse a niveles subatómicos, es un paso clave en el largo camino hacia la consecución de una teoría unificada o "teoría del todo" que consiga explicar las cuatro fuerzas de la naturaleza.
Para la unificación, los científicos todavía necesitan encajar en el modelo estándar de la física la teoría de la gravitación universal, o explicar la materia oscura.
El logro presentado hoy por el CERN, que tiene precisamente como uno de sus objetivos avanzar en la unificación de la física fundamental, se ha publicado en la revista especializada Nature Physics.