Un equipo de la Universidad de Chicago (EE.UU) publica una investigación en Science la cual señala que casi todas las células de Purkinje (las principales neuronas del cerebelo) en humanos tienen múltiples dendritas primarias.
Ramón y Cajal, Nobel de Medicina en 1906, representó las células de Purkinje con múltiples dendrítas, como un bosque de estructuras neuronales “con múltiples ramas grandes que brotan del cuerpo celular y se dividen en bellos patrones similares a hojas”, según describe la Universidad de Chicago en un comunicado.
Sin embargo, la opinión predominante de los neurocientíficos hasta hoy es que esas neuronas tienen una sola dendrita primaria, que conecta con una única fibra, llamada trepadora, procedente del tronco encefálico, formando una sola unidad computacional.
Ahora, según la nueva investigación, “los dibujos de Ramón y Cajal eran precisos desde el principio: casi todas las células de Purkinje del cerebelo humano tienen múltiples dendritas primarias”, indica la universidad.
El estudio mostró además que en ratones alrededor del 50 % de sus células de Purkinje también tienen esta estructura más compleja, y de ellas el 25% recibe información de múltiples fibras trepadoras que se conectan con diferentes ramas de dendritas primarias.
Los experimentos que registraron la actividad celular en ratones vivos también revelaron que las ramas primarias se pueden activar de forma independiente, respondiendo a diferentes estímulos del entorno.
"Cuanto más trabajas con un determinado prototipo de célula en tu mente, más lo aceptas", afirmó Christian Hansel, uno de los autores del estudio, refiriéndose al modelo según el cual las células de Purkinje tienen una dendrita primaria que conecta con una fibra trepadora.
Los dibujos del nobel español existen desde 1900, así que, “sin duda, hemos tenido tiempo suficiente para prestarles atención, pero -destacó- solo ahora con este análisis cuantitativo vemos que es casi universal que las células humanas tengan múltiples dendritas completas cada una, y podemos ver que también supone una diferencia cualitativa"
El cerebelo, donde mayoritariamente están las células de Purkinje, está en la base del cráneo y desde que se describió su función, en 1824, los científicos creían que su única tarea era coordinar el movimiento y la actividad muscular.
Los avances tecnológicos han demostrado que también desempeña un papel importante en el procesamiento de la información sobre el entorno interno y externo del cuerpo, incluidas las sensaciones de propiocepción y equilibrio.
Allí, las células de Purkinje son como grandes antenas que reciben miles de entradas que transmiten un espectro de información contextual del resto del cuerpo.
Esta investigación empezó analizando miles de células de tejido humano y de ratón a las que se aplicó una tinción específica basada en anticuerpos, conocida como inmunohistoquímica, para marcar selectivamente las células de Purkinje en cortes finos de cerebelo.
Así se puedo observar que más del 95% de las células de Purkinje humanas tenían múltiples dendritas primarias, mientras que en los ratones esa cifra se acercaba mucho más a la mitad.
La Universidad de Chicago recordó hay evidencia de que estas conexiones en el cerebelo pueden estar involucradas en algunas enfermedades. Un estudio de 2023 mostró que las conexiones de fibra trepadora de Purkinje son más débiles en modelos de ratón con ataxia cerebelosa, un trastorno del movimiento.
Por le contrario, esas conexiones son más fuertes en los modelos de duplicación genética y sobreexpresión del autismo, según otra investigación.