El especialista de la inmersión a grandes profundidades y gran aficionado a la arqueología marítima murió a los 77 años el 18 de junio, junto a las cuatro personas que iban con él en el sumergible “Titán”, que implosionó.
“Ayudó a la humanidad a comprender este mundo desconocido” de las grandes profundidades, declaró Bernard Cauvin, director del museo marítimo Cité de la Mer de Cherburgo (noroeste de Francia), en un mensaje en el que elogiaba la “discreción, delicadeza y humildad” de Nargeolet.
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Apodado “Mr. Titanic” por haber visitado los alrededores del pecio o resto de la nave, unas treinta veces, el experto participó en las primeras expediciones que, tras el descubrimiento en 1985, facilitaron la extracción de los primeros objetos yacientes a 3.800 metros de profundidad en el Atlántico Norte.
Nargeolet debía participar, el 18 de julio, en la inauguración de una exposición dedicada al barco en París, donde se presentarán reliquias sacadas del paquebote o embarcación.
Primeros homenajes al apasionado Nargeolet
“Saludamos la pasión y la valentía de este explorador extraordinario y le damos las gracias por los sueños y emociones que nos regaló”, declaró Pascal Bernardin, organizador de “Titanic, la exposición”.
Paul-Henri Nargeolet efectuó la primera parte de su carrera como oficial de marina.
El gran giro en su carrera se produjo en 1986, cuando se convirtió en responsable de los submarinos de intervención profunda del Instituto francés de Investigación para la Explotación del Mar (Ifremer).
“Recordaremos a un hombre apasionado, cálido y muy amable, que era un gran contador de historias”, declaró Emmanuelle Bucco-Cancès, directora general de la editorial HarperCollins France, con la que Nargeolet publicó un libro sobre el Titanic el año pasado.