El estudio, liderado por investigadores del Cold Spring Harbor Laboratory (CSHL), en Estados Unidos, se ha publicado este viernes en Cell Genomics.
A veces, los pacientes de inmunoterapia experimentan efectos secundarios que los esteroides llamados glucocorticoides (GC) pueden tratar.
Los GC se usan para regular la respuesta inmunitaria en afecciones como el asma, la enfermedad de Crohn e incluso la Covid-19 pero no se sabe bien cómo actúan. Su funcionamiento es un misterio.
El nuevo estudio revela que los GC pueden provocar indirectamente el fracaso de algunos tratamientos de inmunoterapia al impulsar la producción de una proteína denominada cistatina C (CyC), cuyos niveles altos se relacionan con peores resultados de este tipo de terapia.
"Los GC son supresores muy potentes de la inmunidad y, en consecuencia, se usan para tratar la autoinmunidad", que es cuando el sistema inmunitario ataca a las células sanas, explica Tobias Janowitz, profesor del CSHL.
"Anteriormente habíamos demostrado que los GC también pueden interrumpir la inmunoterapia contra el cáncer. Ahora, aquí tenemos quizá una pista de cómo lo hacen", subraya.
La respuesta del organismo
El laboratorio de Janowitz investiga la respuesta del organismo al cáncer y para este estudio, él y el estudiante de doctorado de su laboratorio, Sam Kleeman, se asociaron con Hannah Meyer, experta en biología cuantitativa.
Juntos analizaron un enorme conjunto de datos genéticos del Biobanco del Reino Unido, una ingente base de datos con información de casi 500.000 voluntarios, incluidos pacientes con cáncer, así como datos de pacientes de otros países del mundo.
Descubrieron que los pacientes más propensos a producir CyC en respuesta a los GC tenían una peor tasa de supervivencia global.
Estos pacientes también tenían menos probabilidades de beneficiarse del tratamiento, lo que sugiere que la producción de CyC dentro de un tumor puede contribuir al fracaso de la inmunoterapia contra el cáncer.
Para confirmar la relación de CyC con el cáncer, recurrieron al trabajo de laboratorio tradicional.
En ratones, suprimieron un gen productor de CyC para que dejara de estar presente en las células cancerosas y comprobaron que los tumores sin CyC crecían más despacio.
"Resulta muy interesante abordar este tema desde múltiples ángulos y corroborar los hallazgos a través de varios enfoques", afirma Meyer.
"Los modelos genéticos inteligentes nos dieron algunas indicaciones sobre qué experimentos diseñar para ayudarnos a responder a la pregunta de qué hace esta molécula", concluye.
Janowitz, quien seguirá estudiando la CyC, está convencido de que esta investigación ayudará mucho a futuros pacientes y mejorar el éxito de la inmnoterapia contra el cáncer.