La compañía, cofundada por el español Isaac Castro, el asiático-estadounidense Sly Spencer Lee y el ecuatoriano Mauricio Teran, lleva años trabajando en un aparato que ya permite a los usuarios disfrutar físicamente -y sin necesidad de mandos o guantes electrónicos- de esta experiencia multisensorial.
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“Fundamos Emerge en 2015 porque compartimos una historia de migración y creímos en un futuro en el que la distancia y el tiempo no se interponga en la manera que tenemos de sentirnos presentes, sobre todo, con nuestros seres queridos”, recordó Castro en declaraciones a EFE desde la sede de la empresa, en Los Ángeles (California, EE.UU.).
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Emerge Wave-1, como fue bautizado este dispositivo del tamaño de un ordenador portátil, funciona con la emisión de campos de fuerza ultrasónicos que, como recalcan estos emprendedores, se pueden sentir físicamente con las “manos desnudas”.
“No quisimos utilizar ningún tipo de guante. Esta tecnología se basa en algo parecido a lo que sentimos en el pecho, a través de ondas mecánicas, cuando vamos a un concierto. Nosotros combinamos con más precisión estas ondas acústicas para generar presión en el aire y que todo sea tangible”, explicó el cofundador de origen español.
El sentido del tacto, la IA de las emociones
Se trata de un paso más en el futuro de las interacciones virtuales a través de pantallas o televisores en lo que ya ha sido catalogado como la “IA de las emociones”.
Es tal la proyección de esta experiencia que, a principios de junio, Emerge oficializó un acuerdo estratégico plurianual con The Walt Disney Company para llevar su propuesta multisensorial a los hogares a través de la plataforma y productos derivados de este archiconocido conglomerado de medios.
“Es hora de una plataforma de comunicación centrada en lo que realmente importa: nuestra conexión emocional con los demás. Estamos encantados de asociarnos con Disney para impulsar nuestra misión”, afirmó en un comunicado de prensa difundido semanas atrás Isaac Castro, también codirector ejecutivo de Emerge.
Para sus creadores, la pandemia marcó un punto de inflexión generando “niveles de desconexión sin precedentes” y situando las sensaciones de soledad como “una gran amenaza vital”, por lo que decidieron trabajar enfocados en esta “plataforma de comunicación” que se centra en la “conexión emocional” con los demás en tiempo real.
“Los datos son alarmantes, estamos al borde de una epidemia mundial de salud mental. Es por eso que quisimos crear un producto que superara las barreras de la distancia y el tiempo con un formato muy intuitivo”, añadió Castro.
Desde Emerge ya están sumando esfuerzos para involucrar a las principales marcas de electrónica comercial y así llegar a más usuarios a través de televisores inteligentes, auriculares de realidad virtual y realidad aumentada, así como videojuegos o filmes.
El sentido del tacto y la protección de los datos de los usuarios
Este sistema -en el que entran en juego los sentidos del oído, la vista, el tacto y la actividad cerebral- permitiría transmitir las emociones digitalmente, fraguando un cambio drástico en las formas de comunicación en línea.
Una infinidad de datos personales, incluidos aquellos relativos a las emociones, podrían figurar en la red con esta idea revolucionaria, cuyos creadores se esforzaron en aclarar que estará protegida por altos estándares de seguridad.
La información, según concluyeron en el mismo comunicado, se almacenaría localmente en los dispositivos de Emerge, ofrecerían una “visión transparente” de los datos recopilados y permitirían a los usuarios “dictar lo que comparten y con quién”, con la posibilidad de desactivarlos.
Actualmente, Emerge está conformada por un equipo multidisciplinar de 17 profesionales y, en apenas ocho años de existencia, ya ha sido laureada como empresa pionera en su sector durante la celebración del Foro Económico Mundial en 2022.