La investigación evaluó los niveles de resistencia inmunitaria en más de 48.000 personas de diferentes edades, y los individuos con niveles óptimos de resiliencia inmunitaria tenían más probabilidades de vivir más tiempo, resistir a las infecciones por gripe y VIH, así como al sida una vez desarrollada esta enfermedad.
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De igual forma, eran más susceptibles de sobrevivir a la infección por covid-19 y a la sepsis y tenían más posibilidades de resistir a la reaparición del cáncer de piel tras un trasplante de riñón.
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El equipo internacional, coordinado por la Universidad de Texas en San Antonio (EE.UU), estima que estos hallazgos podrían mejorar nuestra comprensión de por qué algunas personas se mantienen más sanas a lo largo de la vida.
El estudio sugiere que la resiliencia inmunitaria óptima puede detectarse en todas las edades y puede ser más común en las mujeres.
Aunque la edad desempeña un papel importante en la respuesta del organismo a las enfermedades infecciosas y otros factores inflamatorios estresantes, algunas personas conservan o restablecen una resistencia inmunitaria óptima con independencia de la edad, según Sunil K. Ahuja, de la Universidad de Texas en San Antonio (EE.UU.) y primer autor del estudio.
Vivir más y enfermar menos evitando las infecciones
Hasta ahora no se sabe muy bien por qué algunas personas viven más tiempo y son menos susceptibles a las infecciones y enfermedades inflamatorias, las cuales provocan cambios en el sistema inmunitario, y por qué la magnitud y la calidad de la respuesta a la enfermedad pueden variar de un individuo a otro.
Una de las hipótesis es que las respuestas óptimas a las enfermedades infecciosas e inflamatorias están relacionadas con la esperanza de vida, pero hacía falta mayor investigación.
El equipo cotejó datos de más de 48.500 individuos y múltiples modelos animales, con lo que descubrieron que algunos individuos mantienen la resiliencia inmunológica cuando se exponen a diversas afecciones infecciosas e inflamatorias y durante el proceso de envejecimiento.
Los autores sostienen que la resiliencia inmunológica podría utilizarse en el futuro para vigilar y, potencialmente, informar sobre el pronóstico y la gestión de los resultados sanitarios, incluida la esperanza de vida y la respuesta a las infecciones.
Sin embargo, es necesario seguir investigando para determinar la validez y utilidad de la medición de la resiliencia inmunológica para el diagnóstico, el pronóstico y la gestión de enfermedades inflamatorias e infecciosas.
Vivir más y enfermar menos con equilibrio entre las células
La resiliencia inmunitaria es la capacidad de mantener una buena función inmunitaria, denominada inmunocompetencia, y minimizar la inflamación mientras se experimentan factores estresantes inflamatorios, explicó Weijing He, de la Fundación para el Avance de la Investigación en Salud de los Veteranos (EE.UU.) y firmante de la investigación.
Los investigadores establecieron la resistencia inmunitaria de dos formas. Una fue medir el equilibrio entre las células T CD8+ y CD4+ (dos tipos de glóbulos blancos) y la segunda medir los niveles de expresión de genes relacionados con la inmunocompetencia y una mayor probabilidad de supervivencia frente a los relacionados con la inflamación y un mayor riesgo de muerte.
El estudio introduce el novedoso concepto de resiliencia inmunitaria, que examina el equilibrio entre inmunocompetencia e inflamación como factor crítico que contribuye a los resultados de salud, independientemente de la edad.