Caffarelli, primer latinoamericano que gana el galardón, fue distinguido por la Academia Noruega de las Ciencias y las Letras por sus contribuciones “fundamentales” a “la teoría de la regularidad de las ecuaciones diferenciales parciales no lineales, incluidos los problemas de frontera libre y la ecuación de Monge-Ampère”.
Las ecuaciones diferenciales desempeñan un papel de “primer orden” en numerosas disciplinas como la física, la economía y la biología, pero las cuestiones fundamentales relativas a la existencia, singularidad, regularidad y estabilidad de las soluciones de algunas de ellas no se han resuelto.
Caffarelli (Buenos Aires, 1948) estudió matemáticas en la universidad de su ciudad natal, donde se doctoró en 1972 con una tesis sobre polinomios, y un año después, se mudó a Minnesota (EE.UU.) para hacer un posgrado.
El matemático argentino sucede en el palmarés del galardón al estadounidense Dennis Sullivan, ganador el año pasado por sus estudios de topología.
El premio Abel se denomina así en recuerdo del matemático noruego Niels Henrik Abel (1802-1829), y fue establecido por el Parlamento de este país escandinavo en 2002.
El galardón está dotado con 7,5 millones de coronas noruegas (659.000 euros, 708.000 dólares).