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Los cúmulos globulares como NGC 6325 son colecciones de estrellas estrechamente unidas con decenas de miles a millones de miembros. Se pueden encontrar en todo tipo de galaxias y actúan como laboratorios naturales para los astrónomos que estudian la formación estelar. Esto se debe a que las estrellas constituyentes de los cúmulos globulares tienden a formarse aproximadamente al mismo tiempo y con una composición inicial similar, lo que significa que los astrónomos pueden usarlas para afinar sus teorías sobre cómo evolucionan las estrellas.
Los astrónomos inspeccionaron este cúmulo en particular no para comprender la formación estelar, sino para buscar un monstruo oculto. Aunque puede parecer pacífico, los astrónomos sospechan que este cúmulo podría contener un agujero negro de masa intermedia que está afectando sutilmente el movimiento de las estrellas circundantes.
Investigaciones anteriores encontraron que la distribución de estrellas en algunos cúmulos globulares altamente concentrados, aquellos con estrellas relativamente juntas, era ligeramente diferente de lo que esperaban los astrónomos, informa la NASA.
Esta discrepancia sugiere que al menos algunos de estos cúmulos globulares densamente empaquetados, incluido quizás NGC 6325, podrían tener un agujero negro al acecho en el centro.
Para explorar más esta hipótesis, los astrónomos recurrieron a la Cámara de Campo Amplio 3 del Hubble para observar una muestra más grande de cúmulos globulares densamente poblados, que incluía esta imagen repleta de estrellas de NGC 6325. También se incorporaron a esta imagen datos adicionales de la Cámara Avanzada para Sondeos del Hubble.