Así lo ha concluido un estudio dirigido por la Universidad de Barcelona (UB) y el Instituto Botánico de Barcelona (IBB), que ha establecido por primera vez un protocolo para identificar y clasificar los insectos polinizadores del registro fósil.
El estudio, que publica la revista ‘Trends in Ecology & Evolution’, ha determinado los criterios para diferenciar un insecto polinizador de un presunto polinizador en el registro fósil, en el que hasta ahora no existía un protocolo para su diferenciación.
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Insectos polinizadores fósiles se han encontrado tanto en yacimientos de roca como en yacimientos de ámbar, y es justamente en los yacimientos de roca que se están estudiando los primeros indicios de la polinización de plantas por insectos en todo el planeta.
Esta investigación, que, según sus autores, facilitará el correcto estudio del origen y la evolución de la polinización por insectos, la ha liderado Constanza Peña Kairath, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio-UB).
Insectos polinizadores y las plantas con flor
En el trabajo también han participado el catedrático Xavier Delclòs (UB), el investigador David Peris (IBB-CSIC-Ayuntamiento de Barcelona) y expertos del Instituto Geológico y Minero de España (CN-IGME CSIC), del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York (Estados Unidos) y de la Universidad de Northampton (Reino Unido), el trabajo
“Actualmente, las angiospermas dominan la mayor parte de los ecosistemas terrestres del planeta, pero no ha sido siempre así: las plantas con flor aparecieron durante el Cretáceo inferior y se diversificaron durante el Cretáceo superior, hace unos 100 millones de años, y reemplazaron así los bosques dominados por ‘gimnospermas’ (coníferas, ginkgos, cicas, etc.)”, ha explicado Peña.
“Se considera que las angiospermas (plantas con flores) han interactuado con insectos polinizadores -una relación mutualista, con beneficios mutuos- desde que aparecieron en el planeta”.
“Seguramente, sus primeros polinizadores fueron insectos generalistas (escarabajos, trips, moscas, etc.), que previamente ya estaban polinizado las ‘gimnospermas’ porque se conocen distintos fósiles en ámbar cretáceo en los que muy probablemente ya existían agentes polinizadores”, ha detallado Peña.
Insectos polinizadores en el registro fósil
Según la investigadora, estudiar, mediante el registro fósil, un proceso tan complejo como la polinización por insectos es un desafío en paleontología ya que para identificar una especie polinizadora que habitaba en los ecosistemas del pasado no se pueden hacer los análisis que actualmente se aplican a los organismos que se encuentran en el medio natural.
“Por eso, hay que definir cuándo puede considerarse que un insecto fósil fue un agente polinizador y establecer así todo un conjunto de características clave que puedan observarse también de forma general en los fósiles”, ha precisado Peña.
El estudio ha identificado a 193 familias de insectos de diez órdenes diferentes que se consideran polinizadores de angiospermas y ‘gimnospermas’ y ha establecido cuando aparecen en el registro fósil para elaborar una clasificación de los insectos fósiles que hasta ahora se habían descrito como polinizadores.
Combinando datos científicos, los investigadores han desarrollado una clave para poder diferenciar los insectos fósiles en dos categorías –polinizador y probable polinizador– y descartar así a quienes no presentan evidencias suficientes de este tipo de mutualismo con plantas.
Ya existían antes<b> </b>
Así, para poder clasificar un insecto fósil como polinizador, es necesario que el artrópodo tenga granos de polen adheridos al cuerpo y que pertenezca a un grupo de insectos actuales considerados polinizadores, entre otras características.
El estudio ha concluido, a partir del análisis de todo el registro fósil, que todos los órdenes de insectos actuales con alguna especie polinizadora ya existían antes de la aparición de las angiospermas en el Cretácico inferior.
Incluso existen ejemplos de grupos de insectos que eran polinizadores durante el Cretácico, como los mecópteros o moscas escorpión, pero que actualmente ya no tienen especies polinizadoras.