Un total de seis turistas espaciales integraban la tripulación. Se desconoce el precio que pagaron por vivir esta experiencia.
El despegue fue desde el oeste de Texas. La cápsula, impulsada por el lanzador, alcanzó una altitud de más de 100 kilómetros antes de descender a la Tierra con paracaídas y aterrizar en el desierto.
Los pasajeros pudieron experimentar la falta de gravedad que les despegó de sus asientos durante unos momentos, y ver la curvatura de la Tierra a través de grandes ventanas.
El vuelo se retransmitió en directo. “Estoy flotando”, exclamó un pasajero a bordo.
Este es el sexto viaje de turismo espacial de Blue Origin en poco más de un año, el primero de los cuales fue a finales de julio de 2021 con el propio Jeff Bezos a bordo.
El programa “Space for Humanity”, que pretende dar acceso al espacio a personas que no son astronautas, apadrinó a Sara Sabry, ingeniera egipcia y fundadora de una asociación para promover la investigación espacial.
Mario Ferreira, empresario portugués que participó en el Rally Dakar, también subió a bordo del New Shepard.
Al completar este vuelo, la británica-estadounidense Vanessa O’Brien será la primera mujer en lograr un récord mundial Guinness de condiciones extremas en tierra (escaló el Monte Everest), en agua (descendió hasta el punto más profundo del océano, el Challenger Deep) y en aire, cruzando la frontera con el espacio.
El equipo lo completaban el cofundador de un famoso canal de YouTube, Coby Cotton, el empresario Steve Young y Clint Kelly III, que trabajó para una agencia del Pentágono donde dirigía un proyecto para desarrollar coches autónomos.
El principal competidor de Blue Origin en este tipo de vuelos suborbitales es Virgin Galactic. Pero, con el objetivo de hacer ciertas modificaciones, la nave continúa en tierra desde julio de 2021, después de que el fundador de la empresa, Richard Branson, viajara al espacio.