La cápsula Starliner de Boeing, de unos 5 metros de altura y con capacidad para una tripulación de hasta siete personas, partió el jueves rumbo al laboratorio orbital tras ser lanzada en la cúspide de un cohete Atlas V, fabricado por la firma privada ULA, desde la estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida.
Acoplamiento
Los astronautas a bordo de la ISS y la sala de control en Houston monitorearon de cerca el acoplamiento.
Starliner debe permanecer acoplada a la ISS durante cinco días, antes de regresar a la Tierra para aterrizar en el desierto del estado estadounidense de Nuevo México, en la base de White Sands.
El éxito de la misión es clave para reparar la maltrecha reputación de Boeing, después de un primer fracaso en 2019.
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