Según informó este miércoles la Fundación AstroHita en un comunicado, en marzo pasado el equipo técnico del Complejo Astronómico de La Hita -ubicado en la provincia de Toledo (centro de España)- se desplazó al observatorio chileno, dentro de un contrato de colaboración con la empresa española Quasar Science Resources.
Los técnicos participaron en los trabajos de montaje y ajustes mecánicos del telescopio TBT2 de 56 centímetros, así como en los procesos de ajustes y alineamientos ópticos necesarios para un óptimo funcionamiento del instrumento, añadió.
Sobre el proyecto TBT, en colaboración con el Observatorio Europeo Austral (ESO) y la Agencia Espacial Europea (ESA), el jefe de la Sección de Tecnologías Ópticas de la ESA, Clemens Heese, indicó que es "un banco de pruebas para demostrar las capacidades necesarias para detectar y hacer seguimiento de objetos cercanos a la Tierra con el mismo sistema de telescopios".
En concreto, el telescopio instalado en el observatorio La Silla de ESO y el TBT1 (su contraparte idéntica, ubicada en la estación de espacio profundo de la ESA en la provincia española de Ávila), actuarán como precursores de la red de telescopios Flyeye, un proyecto independiente que la Agencia Espacial Europea desarrolla para estudiar y rastrear objetos del cielo con movimiento rápido.
Esta futura red será totalmente robótica, con un software que programará las observaciones en tiempo real y, que al final del día, informará de las posiciones y demás información sobre los objetos detectados, señaló la Fundación AstroHita, que agregó que, si bien en la Tierra los impactos graves de asteroides peligrosos son bastante poco probables, no son imposibles.