Hasta siete individuos vinculados al SARS-CoV-2 están en la relación anual de la publicación británica, que, no obstante, también ha celebrado contribuciones en las áreas del cambio climático, el dengue y la lucha contra el racismo.
“Junto a sus colegas, estas personas desempeñaron papeles importantes en varias historias, desde secuenciar un virus mortal hasta liderar la búsqueda de una vacuna para la covid o mantener a salvo a investigadores de una misión climática pionera en el Ártico”, explica en un comunicado el director de reportajes de Nature, Rich Monastersky.
Esta lista no sigue un orden determinado, pero si se elaborase a partir del grado de popularidad la encabezaría uno de los rostros más reconocibles de los últimos meses: el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Según Nature, Tedros fue clave para “unir” a los países en torno a la lucha contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad covid-19, al tiempo que se vio obligado a hacer frente a “intensas críticas” por la gestión que efectuó la OMS al comienzo de la pandemia.
También la jefa del Gobierno de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha elevado significativamente su perfil y acaparó “elogios a nivel internacional” por actuar con “rapidez y decisión” ante la crisis sanitaria, con lo que se ganó la “confianza de sus ciudadanos” y mantuvo el país “relativamente seguro”.
Otra de las caras más reconocibles de la pandemia ha sido el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, en inglés), Anthony Fauci, que entra en la lista por su valía como epidemiólogo, pero también por adaptarse a un rol inesperado.
La revista destaca en su nota que Fauci ha ofrecido a “una población preocupada” durante la pandemia “información respetable”, a la vez que ha “cuestionado la desinformación” lanzada por “el presidente Donald Trump”.
En los primeros días de esta crisis sanitaria, con su epicentro en Wuhan, el epidemiólogo chino Li Lanjuan “reconoció rápidamente” que este nuevo coronavirus representaba una gran amenaza y, gracias a sus esfuerzos, el Gobierno de Pekín accedió a confinar esa ciudad en “vísperas de una fiesta nacional”, lo que contribuyó a frenar la propagación, recuerda Nature.
Después de esa etapa inicial, el virólogo chino Zhang Yongzhen y su equipo del Centro Clínico de Salud Pública de Shanghái lograron determinar en un tiempo récord la secuencia de ácido ribonucleico (ARN) del SARS-CoV-2.
Por su parte, el investigador del Instituto Pasteur de Montevideo Gonzalo Moratorio, junto a colegas de la Universidad de la República de Uruguay y de la empresa biotecnológica ATGen, desarrolló miles de test diagnósticos de coronavirus, lo que “ayudó a su país” a “eludir una avalancha de infecciones y muertes”.
En concreto, el equipo liderado por Moratorio logró elaborar en apenas un mes 10.000 kits de testeo para ampliar la capacidad de diagnóstico de la covid-19 a nivel local.
En esta batalla contra el coronavirus, el fin de año ha traído un arma que podría ser definitiva, en forma de varias vacunas desarrolladas en plazos mucho más cortos de lo habitual, entre las que Nature destaca la de la farmacéutica estadounidense Pfizer.
Su jefa de investigación y desarrollo de vacunas, Kathrin Jansen, ha liderado un equipo de expertos que “ha llevado al mundo esperanza”, después de dar con un fármaco seguro y eficaz “en un tiempo récord de 210 días”.
Entre el monólogo protagonizado por la pandemia, se colaron en 2020 otras noticias de alcance global, como la muerte en mayo del afroamericano George Floyd a manos de la policía estadounidense, un suceso que desató una ola de protestas contra el racismo en todo el mundo.
La comunidad científica no se mantuvo al margen y la cosmóloga Chanda Prescod-Weinstein, investigadora de la Universidad de New Hampshire, fue una de la cabezas más visibles de los colectivos Particles for Justice (Partículas por la Justicia) y Shut Down STEAM (Cierren la Ciencia Tecnología Ingeniería y Matemáticas).
En uno de sus actos más mediáticos, lograron que miles de científicos e instituciones relacionadas con la ciencia en todo el mundo participasen el pasado 10 de junio en un paro de las actividades académicas como protesta contra el racismo y las desigualdades, en lo que bautizaron como “Huelga por la Vidas Negras”.
La lista de Nature se completa con la investigadora indonesia Adi Utarini, quien ha efectuado un ensayo pionero para combatir las infecciones de dengue con mosquitos criados en el laboratorio, una técnica que bloquea las transmisión del virus que provoca esa enfermedad.
Por último, la revista incluye a la alemana Verena Mohaupt, responsable de logística de una expedición internacional cuyo barco quedó atrapado en el hielo de Ártico durante un año.
Su pericia en esta área, observó Nature, sirvió para que el pasaje, en el que había unos 300 investigadores, estuviera “a salvo de osos polares, de las temperaturas extremas y de ellos mismos”.