MADRID. El origen del agua en nuestro planeta sigue siendo un enigma, pero un nuevo estudio apunta que un tipo de meteoritos, los condritas de enstatita, que pudieron proporcionar a la proto-Tierra, al menos, tres veces la masa de agua de sus océanos, según un estudio que publica hoy, jueves, Science.
La investigación se centra en el estudio de meteoritos de condrita de enstatita (CE), formados en el interior del Sistema Solar y que serían uno de los “bloques” con los que se empezó a formar nuestro planeta.
Los modelos de formación del Sistema Solar indican que la Tierra debería estar seca, pero sus océanos y atmósfera lo contradicen, y hasta ahora se consideraba que el agua llegó después de su formación, posiblemente por materiales como los meteoritos de carbonita, que se originaron en el Sistema Solar exterior, donde el agua era más abundante.
Investigadores franceses y estadounidenses analizaron algunos meteoritos de CE, los cuales son muy escasos y de los que se había asumido que eran demasiado secos para proporcionar agua al Tierra, pues se formaron cerca del Sol, donde el hielo no podía sobrevivir.
El equipo liderado por Laurette Piani del Centro francés de Investigaciones Petrográficas y Geoquímicas midió el contenido de hidrógeno y la relación deuterio/hidrógeno en trece meteoritos y hallaron que estos albergan mucho más hidrógeno del que se suponía.
Los autores estiman que los materiales similares a la CE que se fusionaron durante la formación temprana del planeta “podrían haber suministrado suficiente hidrógeno a la proto-Tierra en crecimiento para proporcionar al menos tres veces la cantidad de agua en los océanos actuales”.
La relación de deuterio e hidrógeno y las composiciones de isótopos de nitrógeno de las EC analizadas “se alinean estrechamente con las del manto de la Tierra”, apoyando las afirmaciones de que los orígenes del agua está dentro de las rocas a partir de las cuales se construyó el planeta, señala la revista.
Las CE están compuestas de material del Sistema Solar interno, esencialmente el que formó la Tierra originalmente y este descubrimiento muestra que los bloques de construcción de la Tierra podrían haber contribuido significativamente” al agua en el planeta, según Piani.
El material portador de hidrógeno “estaba presente en el Sistema Solar interno en el momento de la formación del planeta rocoso, aunque -agregó- las temperaturas eran demasiado altas para que el agua se condensara”.
Otro de los autores de la investigación Lionel Vacher, destacó que para él, lo más interesante del descubrimiento “es que las condritas de enstatita, que se creía que estaban casi ‘secas’, contienen una alta abundancia de agua inesperada”.
“Si las condritas de enstatita fueran efectivamente los bloques de construcción de nuestro planeta -como se sugiere fuertemente por sus composiciones isotópicas similares- este resultado implica que estos tipos de condritas suministraron suficiente agua a la Tierra” para explicar su origen del agua, “lo cual es asombroso”, agregó.
El estudio también propone que una gran cantidad del nitrógeno atmosférico -el componente más abundante de la atmósfera de la Tierra- podría haber venido igualmente de las CE.