Crónica de una fantasía sobre el Día de las Madres: ojalá y por un solo día, todas las mascotas-hijitos hablaran.
Mirar nuestra política exterior a través de los ojos de Luis María Duarte es un privilegio al que accedemos gracias a un trabajo que dejó él, sin imaginarlo, como herencia y recuerdo.
Él conocía el miedo. Lo había adoptado hacía tiempo ya. Un día, trece años atrás, descubrió que el miedo, a veces se transformaba en una molesta premonición; en un anticipo de la fatalidad.
Un cuento más que me contaron… de esos que dejan los pelos de punta…
La violencia en el seno de la familia genera traumas y recuerdos espeluznantes. No todas las historias acaban con muertos y heridos, aunque todas lastiman con profundidad el alma. Aquí una de esas historias, que escuché de casualidad, y que, hasta hoy, se me quedó grabada.
Solo quien haya traspasado la frontera entre la botella y la copa, puede entender de sus ardores, de sus pasiones, de esa des-inteligencia que la fue ganando; como una parte tonta más de su ilusoria existencia.