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LA VERDADERA CAUSA DE MUERTE DE JOELITO FILARTIGA
Quisieron hacerlo pasar por un crimen pasional
Nacido en Yvytimi en plena Guerra del Chaco, en 1932, Joel Filártiga, padre estudió Medicina en la Universidad Nacional de Asunción, y en la Escuela de Medicina Albert Einstein de Nueva York. Fue delegado del Centro de Estudiantes de la Facultad de Medicina ante la Federación Universitaria del Paraguay, desde donde participó de las luchas contra la dictadura de Alfredo Stroessner, lo que le ocasionó varias entradas y salidas de la cárcel, atentados y torturas. Todo ello pese a la amistad que su familia tenía con el dictador y que su padre, Juan Bautista Filártiga, terrateniente tabacalero de Mbuyapey , recibía con frecuencia en su mansión, donde compartían asados y fiestas, hasta que lo consideraron enemigo público.
- ¿Cuándo stroessner lo consideró un enemigo público?
- Cuando en uno de los cumpleaños de mi padre, trataron de asesinarlo a Stroessner en Mbuyapey y creyeron que yo formaba parte del grupo de organizadores de este intento de magnicidio, pero en este caso yo no tuve participación.
- ¿Y fue perseguido en la dictadura a pesar de que su familia era amigo de Stroessner?
- Sí. Siendo estudiante en la Facultad de Medicina se produjeron luchas por reivindicaciones sociales movimientos obreros y estudiantiles que se dividieron en dos grandes huelgas entre los años 1957 a 1959, donde como dirigente estudiantil participé en estos eventos que me llevaron a caer prisionero y ser torturado. En ese momento mi empleo era el Hospital Militar Central como subteniente médico y fui dado de baja del Ejercito. Además era muy amigo del padre Talavera Goiburú y de Miguel Chase Sardi y en ocasión de una reunión en la casa de la artista plástica Olga Blinder donde estábamos reunidos los nombrados insté al Padre Talavera a denunciar públicamente las violaciones de toda laya del jefe de Policía, Duarte Vera, contra una villa pobre en la Laguna Pytá donde se construiría el edificio del futuro Hospital Militar. Stroessner era muy amigo de mi familia que vivía en Mbuyapey en el departamento de Paraguarí, ciudad donde él formaba parte del cuadro de militares en la División de Artillería del Ejército. Recuerdo que siendo tiempo después ya Presidente de la República, Stroessner acudía con un nutrido grupo de militares y altos funcionarios del gobierno a la fiesta de cumpleaños de mi padre, en el mes de julio, donde consumían grandes cantidades de bebidas alcohólicas. Esta situación nada edificante hizo que me produjera cierta repulsa. Causa que creo fue la chispa que encendió en mi espíritu el prestarme a formar parte de cuanto movimiento se iniciara contra su gobierno que ya comenzaba a mostrar su perfil despiadado y dictatorial. Participé y fui cofundador del Grupo Arte Nuevo en el Paraguay con Josefina Pla, Olga Blinder, Lily Del Mónico y otros. Años después se sumó al Grupo Carlos Colombino, renovando la tónica y ayornando la artes plásticas en el Paraguay. Fui invitado a participar desde entonces en varias exposiciones de arte en el extranjero, donde logré algunas menciones y premios e invitaciones. En noviembre de 1975 fui invitado a visitar la Universidad de California en los Angeles (UCLA), donde realicé más de cinco muestras de mis pinturas, en Los Angeles, Riverside, Glendale, Pasadena y Orange, con gran suceso y a mi regreso el 29 y 30 de marzo de 1976, fue secuestrado y torturado y finalmente lo asesinan a mi hijo Joelito. El fue secuestrado por Américo Peña Irala, alto funcionario de la policía y llevado a la Comisaría primera donde bajo bárbaras torturas, quemaduras, golpes y eléctricas. Y expuse públicamente el cuerpo de Joelito para que todas las personas que fuesen a ofrecernos sus condolencias esa noche, pudiesen ver la heridas de las torturas. El Gobierno de entonces, sostuvo que Joelito Filártiga, fue asesinado en un episodio sentimental por el esposo de una mujer infiel descubierta en flagrante delito de adulterio con mi hijo. Y Duarte Arredondo confesó en el proceso judicial abierto su culpabilidad. Así se dio a conocer en el resumen del informe de 1977 emitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos. El caso 2158 había tomado notoriedad en el Paraguay y a nivel internacional no solamente por la crueldad con que habían procedido los directamente responsables de varios profesionales en el ramo del tormento a presos políticos. El trasfondo de la muerte de Joelito se enmarcó en la campaña de represión salvaje que permitía a Stroessner continuar mandando sobre una aterrorizada población. Mi hijo fue otra más entre las tantas víctimas de la tristemente famosa policía política de Stroessner.
Esta versión es poco conocida del caso del asesinato de Joelito ¿por qué después de tantos años de lo sucedido se da a conocer?
- Muchas verdades fueron calladas durante el prolongado régimen militar paraguayo. Uno de los más sanguinarios y probablemente el más corrupto en toda la historia del continente. Joelito era un muchacho joven, lleno de vida, cuando se lo asesinó. Su cuerpo al costado exhibía quemaduras varias, golpes, marcas de teju-ruguai y una herida de puñal. Tenías los labios y el costado de los ojos quemados, mano izquierda quebrada, huellas de cigarrillos encendidos al costado, golpes en todo el brazo y toráx. En las partes íntimas le insertaron un alambre por el que se le hizo pasar electricidad. El crimen fue obra de uno de los comandos de la muerte salidos del Cuartel Central de la Policía de la Capital, cuyo Departamento de Investigaciones coordinaba el tema secuestro-tortura-asesinato de opositores y disidentes. Esos comandos actuaban en colaboración con las comisarías policiales ubicadas en las distintas zonas y barrios periféricos, y cumplían su trabajo preferentemente al amparo de la noche. En la Comisaría Primera del barrio Sajonia el principal era el comisario Domingo Galeano. Fue él quien firmó el parte policial con los detalles fraguados del crimen de mi hijo, atribuyendo la autoría del mismo a Hugo Duarte Arredondo, que en realidad, era un chivo expiatorio. El certificado médico de Joelito fue firmado por el Dr. Oscar Gómez, director del Policlínico Policial. El magistrado que intervino para el levantamiento del cadáver fue Diógenes Martínez (nombrado años después Fiscal General del Estado). El médico forense que dictaminó sobre la causa de la muerte fue el Dr. Arnulfo René Molina. Una cruel conspiración policial-judicial se montó para encubrir a los verdaderos autores del homicidio y bajo instrucciones de quién o quienes actuaron. El verdadero motivo por el que la policía secuestró y torturó a Joelito hasta la muerte fue para saber acerca de las actividades que desempeñaba. Me había granjeado la ira del régimen por mis constantes denuncias, mi activismo político y mi labor desarrolada de médico rural que atendía a todo aquél que solicitara su servicio, tuviese dinero o no para pagar. Eso era más que suficiente para ser calificado de comunista.
- ¿Usted denunció el caso en la justicia paraguaya y no prosperó?
- Sí, porque era evidente que todo lo ocurrido fue por “Orden Superior” y le sometieron a mi familia y a mí a extenuantes tortura sícológica frente al juez del Sexto Turno Diógenes Martínez que mostró todo su espíritu de crueldad mental, malicia e insidia con nosotros. El sujeto principal del juicio, el policía Peña Irala se había fugado a los Estados Unidos ante las escandalosas evidencias y ante la traición de mi abogado Heriberto Alegre. Perdí el caso en Paraguay y tuve que pagar las costas del proceso al ser liberado Hugo Derlis Duarte Arredondo quien dijo ser el autor del crimen cuando nosotros desde el primer momento, sabíamos que fue obra de la policía.
- Específicamente ¿cuál fue la verdadera causa por lo que la policía mató a su hijo?
- Existen como causas las siguientes posibilidades. Una que en los Estados Unidos me habían hecho una revisión médica y para protegerme de futuros apresamientos y torturas, me proveyeron de un diagnóstico y ecocadiografía mentirosa diciendo que ante una emoción violenta podría tener “un ictus mortal”. Y la policía pensó que matando a mi hijo yo también moriría de un paro. Además, años antes de la muerte de mi hijo le tenía en mi casa al médico y escritor Roque Vallejos Pérez Garay que vivió con nosotros unos cinco meses. Joelito me avisó que este personaje de tendencia homosexual, lo acosaba permanentemente y que si él no se iba de la casa, mi hijo lo haría. Por ese motivo los junté y Joelito expuso su queja y le comuniqué a Roque que me veía obligado a pedirle que tendría que dejar la casa, motivo este por el que le contraté y pagué 10 meses de pensión en el Hotel Oasis, donde se mudó días después. En ese tiempo Roque tenía una cercana relación con el ministro Montanaro y Mario Abdo Benítez y se había afiliado al Partido Colorado y era amigo muy cercano de lo hijastros del comisario Américo Peña Irala. La otra posibilidad de la causa es que yo participaba activamente en el nacimiento y la conformación de la Ligas Agrarias Cristianas con campesinos de Ybycuí, Mbuyapey, Acahay, Carapeguá Quiindy, Caapucú y en San Juan, San Ignacio y Santa Rosa, Misiones. Luego de una reunión de todos los delegados en Ybycuí, fui citado por el delegado de Gobierno en Paraguarí, Gilberto Vallory quien me instó a que dejara a los campesinos en paz y me amenazó. Poco tiempo después fue la criminal represión a las Colonias Tuna y Jejui donde le hirieron al padre Braulio Maciel con un tiro de fusil, en la pierna.
- ¿Quién era Peña Irala?
- Américo Peña Irala mató a Joelito. Era en la época stronista el inspector general de la Policía de la Capital, quien tenía un puesto administrativo. Tenía un espíritu brutal, sádico y violento. Como deporte, cada noche se iba a participar de las torturas de los presos en las cámaras de la Sección Leyes Especiales donde se encontraba la pileta, las cachiporras, los cables con electricidad y magnetos que se usaban en las torturas.
- Su hija Dolly se autoexilió en los Estados Unidos y cuando se enteró que Peña Irala se fue vivir al país del norte, lo denunció con la ayuda del Centro de Derechos Constitucionales ¿cuándo se dio el fallo final sobre el asesinato de su hijo?
- Al enterarnos que Peña había escapado a USA, Dolly viajó allá, con el fin de ubicarlo a él y tratar de conseguir la justicia que en Paraguay se nos mostró esquiva. Con la ayuda de abogados encontramos a Peña, en Nueva York donde se lo tomó prisionero y fue sometido a juicio. Así se conquistó una victoria parcial por sentencia del Juez Eugene H. Nickerson, de Distrito de EE.UU, el 2 de febrero 1984, como juicio por daños en lo Civil.
- Qué dijo en relación al caso la Justicia norteamericana?
- La justicia Norteamericana ante las pruebas expuestas y considerando que la tortura es un delito contra el Género Humano aplicó una vieja jurisprudencia. Y con la sentencia favorable a mi familia contribuyó al nacimiento de la nueva jurisprudencia de los derechos humanos en la Ley de Reclamos Agravios Extranjero (ATCA) de los Estados Unidos. Con la sentencia internacional favorable el Estado paraguayo fue condenado a indemnizarnos a mi hija Dolly y a mi con la suma de 5.210.364 dólares y 5.175.364 dólares respectivamente. Por incumplimiento del pago de dicha suma el monto se elevó a cerca de 78.800.784 dólares americanos, actualmente, según solicitud presentada al procurador General de la República del Paraguay, Enrique García, en el 2010.
- En 1990 se lanzó la película “Un hombre en guerra“, con Anthony Hopkins, basada en el caso del asesinato de su hijo, cómo fue posible eso?
- Con la ayuda de distintas organizaciones de defensa de Derechos Humanos de todo el mundo y Amnystia Iternacional en Londres, donde fuimos invitados, nos dieron la idea de una película sobre el Caso de Joelito. Dolly quien quedó a vivir en Nueva York, quedó encargada e ver, organizar y firmar los contratos con Skyva Films, Calender Production, Chaner four London y Home Box Ofice. En 1986 se filmó toda la película en Mexico, capital; Veracruz y Tlacotalpam.
- Cuál es su evaluación de las acciones de los Tres Poderes del Estado postdictadura?
- La Dictadura stronista en febrero de 1989 sufrió un Golpe de Estado con la caída de Alfredo Stroessner Matiauda, se fue pero como dijera él mismo durante una visita de numerosos miembros del “Gobierno Democratico” al revisar una tapa de un diario paraguayo exclamo: “Aquí están todos. Solo falto yo”. Así es realmente. Se fue él y el Gobierno de turno se le llamó democrático, pero toda la estructura económica, política y social quedó igual. Vivimos una dictadura vestida con ropas democráticas, pero de esencia totalmente dictatorial. Se puede ver eso en los Poderes Ejecutivo, Judicial Legislativo y en las diferentes secretarías de Estado. Nuestra realidad actual no nos permite olvidar toda la arbitrariedad, criminalidad, injusticia, extorsiones, expropiaciones de esa época de abusos y de miedo que hoy vuelve a instalarse como una maligna pesadilla. Por eso no debe caer en el olvido la historia reciente del Paraguay porque en la actualidad estamos recorriendo un camino paralelo, con muchas similitudes y podemos caer en lo mismo nuevamente.
- ¿Que le gustaria hacer realidad en el Paraguay?
- Mi sueño es que el Paraguay se convierta en una patria independiente, sin influencia de ningún imperio, con una democracia participativa, tomando como modelo la Dictadura popular de Gaspar Rodriguez de Francia donde mi tartarabuelo Francisco Javier Filártiga tuviera el cargo de Alcaide Mayor y Juez.
- En entrevistas a la prensa, usted afirma que estamos en una guerra bioalimentaria y biotecnológica ¿por qué? - Alrededor de 25 millones de litros de letales sustancias tóxicas que se aplican sin ningún control en los cultivos de soja son empleados al año en el Paraguay, en un negocio que mueve 250 millones de dólares. En la última década, a la par que crecía el negocio, se multiplicaban las denuncias de afecciones inmunitarias, problemas gastroinstentinales, abortos prematuros, malformaciones y muertes causadas por agrotóxicos en poblaciones campesinas e indígenas de Itapúa, Alto Paraná y otras regiones del país. La población se encuentra en tal grado de indefensión que el mismo Ministerio de Salud Pública se encarga de desmentir que la proliferación de estos males en la población tengan que ver con los peligrosos agrotóxicos, muchos de ellos descalificados en paises del primer mundo. La soja transgénica, ya de por sí un alimento peligroso para la salud, va de la mano con el uso indiscriminado de estas peligrosas sustancias tóxicas. En síntesis, la salud pública se ve afectada por una verdadera guerra bio-alimentaria y guerra bio-tecnológica, donde no nos permiten la elección de alimentos orgánicos que no provenga de producción con semillas contaminadas profusamente con tóxicos letales y carnes vacunas, pollos, huevos y leche hormonadas y tóxicas para que sean de “larga vida” y también las leches descremadas.
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Otros datos del entrevistado
- Actualmente, el Dr. Joel Filártiga especialista en inmunología y alergista, vive en Asunción de dedicado a la Medicina, a la pintura, la escritura de libros, conferencias, exposiciones, y sobre todo, como ecologista, lucha contra el cultivo de los alimentos modificados genéticamente. Manifestó que unió cada pedazo de su dolor, de su tragedia para seguir viviendo intensamente, pintando, escribiendo, ejerciendo su profesión y sobre todo, como ecologista, lucha contra el cultivo de los alimentos modificados genéticamente.
- En 1990 su historia dio argumento para el film “Un hombre en guerra“(One Man’s War), con la actuación del actor Anthony Hopkins, aún hoy censurada en Paraguay, donde no se puede ver en los cines ni en las redes sociales, además de estar cercenada la versión publicada, que no es la originalmente grabada.
- Afirmó que pese a los años de democracia encubierta en Paraguay , cada vez que se desplaza al exterior para alguna exposición de sus obras, estas son robadas o desaparecen en la Aduana, tal es el caso de su exposición en Cuba, donde las obras jamás llegaron, pese a haberse pagado por ellas un boleto de avión como un pasajero más.
- Sus libros, “El caso Filártiga“, “Salmos“, “Canto al marine paranoico“, “Apocalipsis“, “Guerra bioalimentaria. Guerra biotecnológica. Proyectil soja” y “La fiesta del Tiranosaurio” son entre otras sus obras, además de la Fundación Joel Filártiga, que preside, y son parte de su devenir diario de artista polifacético.