El Estado tiene que devolverle su dignidad al pueblo

“No podemos hablar de reconciliación del pueblo paraguayo, si no se instala una verdadera transformación social, en el marco de los Derechos Humanos, en el Paraguay; más allá, de las banderías políticas. Hace falta que se le devuelva al pueblo su dignidad, a través de las diferentes instituciones del Estado y no permitir que se repita la dictadura: ¡Nunca más!”. Así afirmó Yudith Rolón Jacquet (38), quien solo tenía 8 meses, cuando su padre, Martín Rolón Centurión, desapareció y ella fue apresada con su madre y sus dos hermanos, en el Departamento de Investigaciones.

Cargando...

A 25 años del golpe que derrocó la dictadura stronista, Yudith Rolón recordó la dolorosa experiencia que le tocó vivir junto a su familia diciendo: “Era el amanecer del 4 de abril de 1976 cuando mi padre desapareció. Mi casa en Lambaré, fue allanada por la Policía. Mi madre, Dominga Estela Jacquet de Rolón (fallecida hace 9 años en un accidente), y mis dos hermanos: Mirtha Gladys (4 años) y Hernán (2 años), salieron de la casa y fueron llevados al Departamento de Investigaciones, donde había muchos torturados. Luego de tres meses de intensa gestión del Comité de Iglesias y organismos de derechos humanos, fuimos liberados.   

 Agregó que tenía solo 8 meses cuando su madre y sus hermanos fueron apresados y su padre, Martín Rolón, desapareció, desde entonces. Recordó con gran dolor y tristeza su infancia con su madre, sus abuelos y tíos. Además la gran esperanza y fe que tenían en la posibilidad de que su papá, vuelva algún día, con ellos.   

 “Toda mi familia fue torturada. Fueron violados todos nuestros derechos. Pero esos sufrimientos, lejos de amilanarme, me sirvieron de soporte en mi vida adulta para comprometerme con más fuerza con los Derechos Humanos”, dijo ya agregó que eran perseguidos en la época de la dictadura porque su padre, Martín Rolón, era diácono, pertenecía a las Ligas Agrarias Cristianas y a la Organización Político Militar (OPM), en el cual se sumó ya dentro de los años 1973 a 1976.   

   “En aquel entonces, era un delito muy grave estar en contra de la dictadura. Mi padre tuvo entrenamiento militar en la Argentina, porque después de muchas luchas, estaba convencido de que solo con la lucha armada se podía derrocar al dictador Alfredo Stroessner, como ocurrió en 1989” , indicó y añadió que cuando se allanó su casa, los policías tiraron gases lacrimógenos y continuó con la detención de Mario Schaerer Prono y Carlos Da Costa, quienes después fallecieron en poder de la policía de Stroessner.”         “Mi padre se despidió de mi madre, con la recomendación de que los hijos podamos estudiar y ser personas de bien, honestas y luchadoras. Que nunca despreciemos a la gente pobre y  a los campesinos. Que luchemos por el respeto de la dignidad humana, valores provenientes de sus principios muy arraigados a la Religión Católica, por su formación espiritual y sobre todo, porque compartía la ideología de la Teología de la Liberación. Y aprendimos muy bien la lección de mi madre y mis abuelos...”, significó.   

 - ¿Por eso toda  la familia Rolón, trabaja de alguna u otra forma, en la defensa de los Derechos Humanos...? 

  - Sí. El ejemplo de entrega y fortaleza de mi padre nos sirvió de rumbo para encauzar nuestras vidas. Mi padre era diácono y uno de los dirigentes de las Ligas Agrarias Cristianas, que eran organizaciones muy católicas. Mi madre siempre levantó en alto la figura de mi padre y nos inculcó el amor al prójimo, con la solvencia moral de su familia. Mi abuelo Juan Rolón, que estuvo muchos años preso (fallecido en el 2010), participaba activamente, de todo tipo de manifestaciones que se realizan en Misiones, para reivindicar un derecho legítimo del pueblo.  

 - Hay opiniones dispares sobre la desaparición de su padre ¿qué puede manifestar al respecto? 

- Según informe que recibió Amnisty Internacional y las Naciones Unidas por parte de la Cancillería Paraguaya, y dado a conocer mediante un informe de la Policía Nacional, mi padre falleció en el enfrentamiento armado, en Lambaré, el 4 de abril de 1976 y sus restos, fueron entregados a sus familiares, y no fue así. Sus restos nunca aparecieron. Según los vecinos de esa época, mi padre salió con vida de la casa, pero herido. Estoy segura de que estará enterrado en alguna tumba clandestina, por eso, vamos a continuar con las excavaciones...   

 - ¿Qué representaron los años de la dictadura para su familia?

- Mucha tristezas y lágrimas. En las Navidades y los cumpleaños, rezábamos en la mesa pidiendo saber qué pasó con mi padre. Mi abuelo Juan Rolón se iba todos los días junto al entonces ministro del Interior, Sabino Augusto Montanaro, para que le reciba, y nunca fue atendido hasta que un día, el mismo Montanaro le dijo: “Don Juan, andá descansá en tu casa, sino, te va a pasar lo mismo que le pasó a tu hijo”. A partir de ese momento, mis abuelos no se fueron más, para tener noticias de mi padre y se fueron consumiendo día a día, sin perder la fe de verle nuevamente, a su hijo desaparecido...Lo peor del caso, es no saber dónde ir a prenderle una vela a mi padre. Los jerarcas del stronismo nos sacaron la oportunidad de disfrutar en familia, de la presencia de mi padre, solo porque tenía ideales diferentes al gobierno de la época...   

- ¿Qué recuerda de la denominada: “Pascua Dolorosa”? 

- En la Pascua de 1976 hubo una cruel represión a cientos de líderes de las Ligas Agrarias Cristianas. Mi madre, nos contaba que era una organización que luchaba en pos de los derechos campesinos. Una organización que buscaba el mejoramiento de la calidad de vida de ellos mismos, porque había demasiadas necesidades en el campo y había mucha gente con hambre. Eso fue lo que produjo la represión a todas las organizaciones en 1976, porque el gobierno de Stroessner no permitía ninguna reunión que no sea afín, a sus objetivos. Como resultado cerca de 600 personas fueron detenidas, torturadas y desaparecidas en sus comunidades de Misiones, remitidas a Abrahan Cué, de allí al Departamento de Investigciones y posteriormente a Emboscada. Por eso mi gran deseo es que “Abraham Cué”, declarada como sitio histórico, se convierta en una espacio de la memoria, en el Departamento de Misiones, como un ejemplo de lo que no debe volver a ocurrir.   

-¿Cuándo decidieron ir a vivir en Misiones?

- Recuerdo que mi madre nos informaba que cuando salimos de Lambaré, fuimos llevados por la policía solo con la ropa puesta. Al recuperar la libertad, tres meses después, habíamos perdido todo. Entonces, los integrantes del Comité de Iglesias nos adquirieron una casita en el barrio Santo Angel, de Misiones. Allí, estuvimos hasta la mayoría de edad. Mis hermanos siguen viviendo en San Ignacio y yo, por razones de integrar la Comisión de Verdad y Justicia, me mudé, y actualmente por trabajar en la Dirección General de Verdad, Justicia y Reparación, dependiente de la Defensoría del Pueblo, vine a residir, en Asunción, hace 9 años”.   

 Con la Asociación de Víctimas, hemos fundado la Casa de las Víctimas de Misiones, donde se recopilan informaciones, fotos y son atendidos alumnos, jóvenes y extranjeros que quieren saber sobre el pasado reciente, del departamento. Como por ejemplo, actualmente, la comisaría Abraham Cué, fue declarado como sitio histórico y de conciencia por Resolución del Ministerio del Interior. En ese lugar, en 1976 comenzó la gran represión, torturas, persecuciones y desapariciones de muchas personas por pertenecer a las Ligas Agrarias.   

- La Comisión de Verdad y Justicia del que usted formó parte, trabajó durante cuatro años, luego presentó su informe final, el 28 de agosto del 2008 a los tres Poderes del Estado ¿se cumplieron algunas de las recomendaciones hechas?

- Recién asumido Fernando Lugo como presidente de la República considerábamos que el informe final de 3.200 páginas de 8 tomos, con 177 recomendaciones, se tomaría como eje principal en materia de Derechos Humanos durante su gobierno. En el informe final, se concluye las responsabilidades institucionales y personales de los responsables del régimen dictatorial de Alfredo Stroessner. Se habla también, de las tierras concedidas irregularmente, la represión a los Medios de Comunicación, a la cultura, a los pueblos indígenas, a las mujeres y a los niños, aparte de lo que la Ley explícitamente solicitaba investigar, como las desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, el exilio, la tortura y otras graves violaciones, en donde se incluyó a los sectores más vulnerables y poco visibles. Sin embargo, a 25 años de la caída de la dictadura y a 5 años de la presentación del informe, las recomendaciones formuladas, son escasamente implementadas por el Estado Paraguayo.   

 - ¿Qué se logró a nivel de los Derechos Humanos, en el poststronismo? 

- En cuanto a los avances...Hay un inicio sobre el rescate de la memoria histórica. Se permite buscar restos de desaparecidos, realizar actos de memoria o reconocimientos hacia las víctimas, indemnizar a las víctimas. Incluso se avanzó, hacia la recuperación de los sitios históricos y de memoria. Se habla en las escuelas y colegios sobre la Historia Reciente. En el aspecto de la búsqueda de la verdad contamos con cerca de 30 restos en espera de identificación, se conformó una Comisión de la Verdad que abrió caminos para muchas otras medidas de dignificación hacia las víctimas y que busca una consolidación de la democracia paraguaya. Se logró la indemnización a las víctimas, mediante una Ley 838/96 y varias modificaciones, incompletas e insuficientes, para lograr una verdadera indemnización. Se ha declarado más de cinco sitios de Memoria y de Conciencia: Departamento de ex Investigaciones de la Policía de la Capital, Abrahan Cué, el Campo de Concentración de Emboscada, Comisaría Tercera y la Agrupación Especializada y La Técnica, impulsada desde la sociedad civil. Se creó el primer Instituto Técnico Superior en Derechos Humanos “Don Silvano Ortellado Flores”, en Santa Rosa, Misiones, que lleva el nombre de uno de los mártires de la Ligas Agrarias Cristianas.  

- ¿Y los retrocesos?

- Observamos con mucho dolor la paralización de los procesos judiciales. Por esa razón, como querellantes, hemos acudido a Tribunales Internacionales, como la Argentina, dentro del marco de los principios de la Justicia Universal. Actualmente, el Ministerio Público y el Poder Judicial debe responder el exhorto remitido por el juez Norberto Oyarbide, del Juzgado Federal de la Argentina. El documento, hace referencia a la situación de los procesos y de las denuncias formuladas por las víctimas de la dictadura paraguaya y el seguimiento realizado a la presentación del informe final de Comisión Verdad y Justicia, que contiene cerca de 400 personas sindicadas por la víctimas como responsables directos e indirectos, de hechos de violación a los Derechos Humanos. Además, la necesaria reparación de las víctimas por el Estado Paraguayo y que las personas que cometieron esos hechos, sean condenados. También considero como retrocesos: 

1. La aprobación de la Ley de Seguridad, en el 2013, que militarizó la zona de San Pedro y otros departamentos, por que son leyes que le da amplia potestad al Ejecutivo, a utilizar discrecionalmente, su poder. Creo que no es necesario una nueva Ley para la lucha contra sectores delincuenciales o criminales como el supuesto Ejército del Pueblo Paraguayo, además de las que estaban en vigencia.   

2. La ejecución de 17 personas, entre campesinos y policías, en Marina Cué, Curuguaty, en la lucha por la tierra que es un problema social, que viene arrastrando nuestro país desde hace mucho tiempo, y que fue profundizada durante la dictadura. Hasta hoy, lejos de que los sucesivos Gobiernos implementen una política de reforma agraria, seria y responsable, se tiene una política, más bien represiva, hacia los líderes campesinos y sectores sociales. Esto derivó en el Golpe Parlamentario del 22 de junio de 2012, que culminó con el juicio político y la salida de Fernando Lugo de la presidencia de la República. A consecuencia del hecho, Paraguay fue suspendido del Mercosur y pasamos a ser visto en la Comunidad Internacional, como un país poco serio y con una débil democracia. Y eso produjo un grave retroceso en las relaciones internacionales, económicas, sociales, y una grave crisis con los países vecinos. Y todavía está en proceso de restablecerse las relaciones y volver a colocar al país, dentro de los marcos internacionales creíbles.   

 - ¿Cuál es su análisis de la postdictadura stronista?

- Tenemos una democracia débil porque la sociedad paraguaya no pudo aún fortalecer, ni profundizarla, porque la estructura heredada de la dictadura sigue muy vigente hasta la fecha. Eso se puede apreciar en los referentes políticos que estuvieron vinculados al régimen anterior. Hasta hoy siguen ocupando cargos importantes dentro del Estado, como el ex senador Alfredo “Goli” Stroessner que incluso, estuvo como candidato a ser embajador ante la Organización de Naciones Unidas (en el 2013). Darío Filártiga, actual asesor del presidente Horacio Cartes y que fue asesor de Sabino Augusto Montanaro durante la dictadura, así como muchos otros defensores, de la dictadura. Hasta hoy, los políticos no respetan los Poderes del Estado, hace falta fortalecer las instituciones democráticos como la Justicia, la Defensoría del Pueblo. El Ministerio Público no tiene independencia institucional, en las investigaciones y el Parlamento Nacional sigue siendo muy desprestigiado y poco representado por el pueblo que lo eligió.   

 - ¿Qué debe hacer el pueblo ante la inacción de sus representantes electos, en las elecciones?

- Actualmente, observamos un despertar del ciudadano paraguayo, en reclamar sus derechos y manifestar su repudio sobre medidas que va en contra del beneficio de la población. Esto demuestra que la población paraguaya tiene menos temor a realizar sus reclamos y hacer sentir su indignación, dejando sentado que muchas de las decisiones, asumidas por lo políticos, no son compartidos por la ciudadanía. Sin embargo, en las elecciones generales, el pueblo vuelve a confiar en la política tradicional, que se viene manteniendo, desde hace 60 años. La libertad y la dignidad de las personas no se negocian con dinero, sino en la libre expresión de los votos en las urnas. Para ello, se debe intensificar la educación de los jóvenes, en todos los niveles, para adquirir una mayor conciencia crítica y aprenda a defender y a reclamar sus derechos legítimos con los métodos democráticos y legales....No tenemos que volver al autoritarismo nunca más. Sea del sector ideológico, que sea. Profundos daños causó la dictadura al pueblo, falta de salud y de educación. Además le sacaron la dignidad a las personas, por lo que mucha gente, no sabe ni siquiera reclamar, sus derechos avasallados.                                                                                               

 - ¿Qué hace falta para que las víctimas y los familiares sanen sus heridas del pasado stronista?

- No podemos hablar de reconciliación del pueblo paraguayo, si no se instala una verdadera transformación social, en el marco de los Derechos Humanos en el Paraguay, más allá, de las banderías políticas. Hace falta que se le devuelva al pueblo paraguayo, su dignidad, a través de las diferentes instituciones del Estado y no permitir que se repita: La ¡Dictadura, Nunca más...! 

–––––––––––––––––––––––-

- Yudith Rolón nació el 7 de agosto de 1976, en San Lorenzo, pero fue criada en Misiones desde los 1 año de edad. Proviene de una familia de agricultores. Estudió Ciencias Contables y Administrativas en la Universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción" y actualmente hace el tercer año de Ciencias Jurídicas en la mencionada institución de altos estudios.  

Ella es actualmente, titular de la Dirección General de Verdad, Justicia y Reparación, establecida en octubre de 2009, una dependencia de la Defensoría del Pueblo. La Dirección fue creada al término del trabajo de la Comisión Verdad y Justicia (2004 - 2008) que integró, en representación de las víctimas, de acuerdo a la Ley 2225/03.    

- Desde la Dirección Yudith, está abocada a la búsqueda de tumbas clandestinas, la investigación de los restos que se van encontrando en la Agrupación Especializada y brindar un apoyo a la judicialización de los casos.   

 - Como ex integrante de la Comisión Verdad y Justicia, recibió en el 2001, el Premio Peter Benenson, de Amnistia Internacional, Capítulo Paraguay.   

 - Realiza conferencias sobre el trabajo de la Comisión Verdad y Justicia sobre Derechos Humanos con énfasis en la Justicia Transicional (Memoria, verdad, justicia, reparación y políticas públicas del Paraguay), en  países como la Argentina, el Uruguay, Chile y Brasil.   

 - Fundó la Casa de las Víctimas en el 2003, en San Ignacio Misiones, donde funciona como un espacio de la Historia Reciente.   

 - En abril de 2013, fue invitada a participar del seminario: “Genocidio y atrocidades masivas, realizados en el Campo de Concentración y Exterminio”, en Polonia.   

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...